Madrid, 24 de octubre.

El enfrentamiento entre los delanteros sudamericanos Lionel Messi, Neymar y Luis Suárez contra los europeos Cristiano Ronaldo y Karim Benzema marcará el clásico del futbol español entre Real Madrid y Barcelona.

Este sábado se medirán en el estadio Santiago Bernabéu los dos ataques más temibles del mundo, en un duelo entre grandes anotadores, pues son dos equipos con mayor productividad goleadora del campeonato: los merengues suman 30 tantos, por 22 de los azulgranas.

Será un choque ofensivo entre los mejores artilleros de la liga española, con el portugués Cristiano Ronaldo al frente de la tabla con récord –15 goles en ocho jornadas– y sus escoltas, el brasileño Neymar (ocho) y el argentino Messi (siete).

Entre Cristiano, Benzema y el galés Gareth Bale, quien no jugará, han marcado 22 de las 30 anotaciones que convierten al cuadro madridista en el equipo más goleador de la liga.

El equipo culé también cuenta con un ataque sensacional y junto a Leo y Neymar, los dos máximos romperredes del equipo en las primeras ocho jornadas, estará el uruguayo Luis Suárez, cuya sanción de cuatro meses –por morder al italiano Giorgio Chiellini en el Mundial de Brasil 2014– terminó.

Messi, por hacer más historia

Además, Messi tendrá una oportunidad inmejorable de seguir escribiendo historia en el superclásico. Desde hace semanas se especula con la posibilidad de que fije en el estadio del archirrival del Barça un nuevo récord de goles en la liga española. Acumula 250 y está a dos de superar la marca que ostenta desde hace seis décadas Telmo Zarra, ex jugador del Athletic de Bilbao.

Lo importante es ganar al Madrid, no el récord de Zarra, dijo el argentino esta semana, pero sus hinchas ansían verlo empatar o romper el registro en el Santiago Bernabéu.

El partido se transmitirá en directo en más de un centenar de países y tendrá una audiencia potencial de 400 millones de espectadores.

Según la empresa Mediapro, que distribuirá la señal internacional para todos los operadores, serán 24 grandes canales –la mayoría asiáticos y de América Latina– los que adquieran la señal para sus televidentes.

Para la compañía, el despliegue técnico y el interés mediático son similares a los desplegados para un gran encuentro de la NBA, un partido de futbol americano, una final de la Champions o, incluso, un Mundial.

Barcelona es líder invicto del campeonato (22 puntos), con siete triunfos y un empate, sin permitir un solo gol hasta ahora. Real Madrid es tercero (18).

Lo malo quedó atrás: Suárez

Luis Suárez jugará sus primeros minutos oficiales con el Barcelona, confirmó el técnico Luis Enrique: Algún minuto tendrá seguro. ¿Cuántos?, es la pregunta del millón, dijo al responder una interrogante que eludió toda la semana.

Es una efeméride importante para él, contra el Real Madrid y el incorporarse de manera oficial al grupo, y dispondrá de algún minuto, agregó, y rehusó decir si el uruguayo será titular en la delantera con Neymar y Lionel Messi.

Será la esperada presentación de Suárez con el Bacelona, que gastó unos 97 millones de euros (130 millones de dólares) para ficharlo al Bota de Oro de Europa la temporada anterior, con 31 goles anotados con Liverpool.

Desde que fue castigado, el delantero sólo tuvo algunos fogueos con las divisiones inferiores del equipo azulgrana y un amistoso con Uruguay contra Omán, en el que marcó dos goles.

Luis Enrique dijo que no le preocupa que Suárez sea provocado por Pepe, zaguero del Madrid, quien es famoso por su juego rudo: El futbol es un deporte maravilloso, hay contacto, permitido y un árbitro que tiene que juzgar las acciones.

Suárez aseguró que está en buen camino para no reincidir en morder a otro rival. En una entrevista difundida en la página web del diario británico The Guardian, subrayó que consulta a especialistas para no repetir agresiones como la de Chiellini.

Creo que todo lo malo por lo que he pasado ya quedó atrás. Estoy en el buen camino ahora, con gente que puede ayudarme, las personas adecuadas para eso, dijo el jugador de 27 años.

En su presentación en agosto pasado en Barcelona, señaló que había consultado con profesionales sobre su falta de control: La gente tiene maneras diferentes de defenderse. la mía ha sido esa, pero otros jugadores reaccionan rompiendo una pierna o una nariz. Eso es peor, pero comprendo que morder esté mal visto, explicó Suárez al cotidiano.