Con una negativa al proyecto del nuevo aeropuerto internacional de la ciudad de México, por las afectaciones al ecosistema y la biodiversidad de la región del ex lago de Texcoco, el Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT) de San Salvador Atenco acudirá con argumentos de expertos a la reunión pública de la manifestación de impacto ambiental.

La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) dio en la convocatoria de la reunión un plazo de apenas tres días para registrar ponencias, y en lugar de realizarse en Texcoco o Atenco, el encuentro se llevará a cabo el lunes en Ecatepec, explicó Damián Camacho, del FPDT.

Dijo en entrevista que en otros casos se dan hasta 15 días para el registro de ponencias.

La convocatoria de la dependencia se publicó en la Gaceta Ecológica el 21 de octubre y la recepción de ponencias vence este viernes a las 14 horas, e indica que se admitirán las primeras 30 presentaciones. El objetivo de esta reunión pública es que los asistentes presenten observaciones y propuestas sobre aspectos técnicos ambientales.

Consideramos que la consulta es muy precipitada para el proyecto que se impulsa. Esto limita mucho la participación de especialistas. Estamos preparando a un equipo del Colegio de Posgraduados-Universidad Autónoma Chapingo. Académicos reconocidos que son utilizados como fuente de la manifestación de impacto ambiental del gobierno federal para avalar el aeropuerto, además de científicos sociales, detalló.

La Semarnat plantea en la convocatoria de la consulta que ahí se presenten propuestas para mitigar los impactos del nuevo aeropuerto.

Nosotros no vamos con esa idea, sino que diremos que a pesar de la tecnología que se dice tener, ese plan requerirá mucho gasto público para su mantenimiento. Estamos hablando de un proyecto inviable. No sólo será muy costoso, sino que tendrá un alto daño ecológico y ambiental para esa área y la zona conurbada, agregó.

Consideró que el espacio de la consulta pública es muy limitado para dirimir argumentos. Añadió que en la parte técnica del documento hay un equipo de biólogos, ingenieros y antropólogos que hacen un esfuerzo por desmenuzar la parte técnica de la manifestación de impacto ambiental, lo cual presentarán el lunes.

El lugar elegido para instalar un aeropuerto de estas dimensiones, al igual que en 2001 y 2002, es inviable, porque el suelo ha sido destinado por la naturaleza para almacenar agua. Ahí fue el lago de Texcoco y hoy es un reducto que almacena el agua de lluvia de la ciudad de México.

El desequilibrio ecológico que generaría el proyecto perjudicaría a las aves y se afectarían las siembras.

Hay especies como el alga espirulina, vitamínico que se utiliza a escala mundial y sólo en la parte del vaso del ex lago de Texcoco se encuentra. Quedará reducido a nada, apuntó.

Hoy vemos que a pesar de que se cumple con los requerimientos legales, es muy limitado el espacio para que nosotros, como opositores al proyecto, podamos llevar más elementos a la consulta. Es necesario abrirla a escala nacional por el impacto que tiene el proyecto, concluyó Camacho.