Tepic, Nay., Sólo uno por ciento de los indígenas de los municipios El Nayar y Ruiz rechazan la construcción de la presa hidroeléctrica Las Cruces. Todos dicen que es una cosa que les cayó del cielo, que Dios se las mandó, sostuvo Sergio González García, delegado de la Comisión para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI) en el estado. Ecologistas y ambientalistas han advertido que retener agua del río San Pedro para llenar el embalse secará las marismas, que son áreas naturales protegidas. Productores ostrícolas del municipio de Tuxpan, en la parte baja del cauce, señalaron que resultarán perjudicados porque el ostión necesita equilibrio entre agua dulce y salada para desarrollarse. Los propios indígenas de El Nayar y Ruiz rechazan la obra porque, aseveran, inundará al menos 11 sitios sagrados coras y huicholes, incluido Muxatena, el más importante para ellos, porque allí acuden para pedir buenas cosechas o salud.