Guadalajara, Jal., 23 de octubre.

Yo perdono y quiero dar las gracias a los que le quitaron la vida a mi hijo porque al menos me dieron su cuerpo para darle cristiana sepultura y tener un lugar adonde llevarle una flor e irle a llorar, dijo Rosa María Villegas, madre de Ricardo de Jesús Esparza, estudiante de 23 años que el domingo pasado fue encontrado muerto en una calle de Guanajuato.

Ella y dos de sus hijas pidieron apoyo al gobernador de Jalisco, Aristóteles Sandoval, y al rector de la Universidad de Guadalajara (UdeG), Tonatiuh Bravo Padilla, para que los muchachos del campus Lagos de Moreno (CULagos) que fueron al Festival Internacional Cervantino –y algún otro posible testigo– acudan a declarar para armar el rompecabezas.

Con voz triste, la madre de Ricardo recordó que su hijo fue excepcional y estaba a punto de terminar una carrera gracias a sacrificios familiares.

El rector del CULagos, Armando Zacarías, y una de las maestras de Ricardo ratificaron que era un estudiante con un desempeño brillante en una carrera compleja (ingeniería mecatrónica).

Policías se lo llevaron: compañero de estudios

Daniel de León, compañero de Ricardo, ratificó que fueron policías quienes lo detuvieron el sábado 18 de octubre, contra la versión de las autoridades de Guanajuato y de Jalisco, que sostienen que el muchacho cayó de una azotea, se golpeó la cabeza y murió.

El fiscal de Jalisco, Luis Carlos Nájera, declaró el miércoles que el joven podría haber estado divirtiéndose alcoholizado junto con tros jóvenes en las azoteas de la ciudad.

Lo agarraron. Uno lo tomó del cuello y otro del brazo, por atrás. Otros dos oficiales nos impidieron el paso. Ellos se lo llevaron, narró.

Su testimonio, en una larga rueda de prensa en el edificio central de la UdeG en esta capital, es similar al que la tarde del miércoles rindió ante el agente del Ministerio Público enviado a Lagos de Moreno por la Procuraduría General de Justicia del Estado de Guanajuato.

Afirmó que él y otros compañeros buscaron a Ricardo en la comandancia de policía de Guanajuato y en la procuraduría, pero no lo encontraron y sólo les tomaron los datos del joven, hasta que el domingo se enteraron de su muerte.

El padre del testigo afirmó que siente mucho temor por la seguridad de su hijo.