Más que por los seis títulos de liga y los tres de Concacaf con Toluca, el argentino Hernán Cristante será homenajeado con un partido en el que dirá adiós con la satisfacción de haber estado en el club que le enseñó a jugar a ganar, a hacer lo mejor para la familia, como considera a los compañeros que en su etapa más exitosa fueron dirigidos por Manuel Lapuente, quien estará en la banca de los ex Diablos Rojos en el amistoso ante el cuadro actual, en el Nemesio Diez, el 15 de noviembre.

Hay que tener memoria para recordar lo que pasó, pero no vivir de eso. Y aun así, estoy agradecido por todo, dijo sonriente el arquero considerado el más triunfador en la historia del futbol mexicano, el que paró los penales para los títulos de los escarlatas del Verano 1999 y el torneo Apertura 2008.

Tras ganar, además, los campeonatos del Verano 2000, Apertura 2002, 2005 y 2008, y el Bicentenario 2010, Cristante, a dos años de retirado con los Leones Negros de la UdeG, aún ostenta el récord mexicano de minutos (722) sin recibir gol.

Para el guardameta, el título más apreciado fue el que no jugó, en 2010 por lesión, por todas las muestras de afecto y entrega del público, recuerda emocionado.

El juego limpio es una de las virtudes que podría distinguir a Cristante desde que llegó al futbol mexicano en 1993, procedente del club argentino Gimnasia y Esgrima, y los años que militó de manera intermitente con Toluca y cortas temporadas en Platense, Newell’s Old Boys y Huracán de su país.

La violencia en las canchas es un fenómeno social y no un aspecto del futbol, así que haberse desempeñado con limpieza no le fue difícil, porque “el deporte promueve valores, trabajo en equipo. El tema es que son disciplinas de contacto y a veces da para que se suscite alguna situación.

Yo mismo he incurrido en actos de violencia, pero son más reflejos, no pensados, y lo que me ha ayudado mucho es trabajar en la inteligencia emocional.

Lejos de resentimientos con el Toluca, que no apostó por su continuidad cuando tuvo una severa lesión en 2010, el guardameta nacido en La Plata en 1969 aprecia lo que creció como jugador; la familia dentro de la cancha y la propia, por lo que permanecerá ligado al balompié mexicano y al país.

Hay muchas cosas que me hacen regresar a mi país y me doy tiempo para ir pero, como siempre he dicho, Argentina es mi patria y México es mi hogar. Acá tengo compromisos y espero siempre cumplirlos, señala Cristante, quien obtuvo una certificación como técnico en 2002 y en 2004 abrió el Centro de Formación Deportiva que lleva su nombre, en el que enseña a jóvenes y cuenta con una liga femenil exitosa.

No descarta ser técnico de primera división en México o Estados Unidos –donde ha recibido ofertas– y hoy ve la posibilidad de que Toluca, dirigido por su ex compañero José Saturnino Cardozo, sea campeón en el corto plazo.