Barcelona, 20 de octubre.

El delantero uruguayo Luis Suárez sintió que había arruinado su carrera debido a su famoso mordisco en el Mundial de Brasil y temió que su actual club, el Barcelona, renunciara a su fichaje por dicho motivo.

Sentí que había arruinado mi carrera. Al principio no quería saber nada de nadie, me encerré con mi familia, aunque luego reflexioné, pedí perdón y me sentí liberado, explicó en una entrevista emitida hoy por la cadena TV3.

Suárez temió que tras su mordida al italiano Giorgio Chiellini el Barcelona renunciara a su contratación. Tuve miedo de que se echaran atrás por toda la repercusión que tuvo el incidente. Era consciente de que podía pasar eso, explicó.

El sudamericano sintió una gran emoción cuando el club azulgrana confirmó su fichaje.

En cuanto Pere Guardiola (su representante) me llamó para decirme que estaba hecho, me eché a llorar, por la situación que estaba viviendo y por el respaldo que me estaba ofreciendo. Me sentí feliz por el compromiso que el club demostró conmigo, relató.

La FIFA sancionó a Suárez sin jugar un partido oficial hasta el 25 de octubre, un periodo que vivió con tensión.

Fueron momentos complicados porque no me sentía profesional, creía que me estaba escondiendo, que estaba haciendo algo que no debía. Todo eso me tocó por un error que cometí, lo asumo y acepto las críticas, destacó.

Suárez tendrá el sábado la oportunidad de debutar con el Barcelona en el superclásico ante el Real Madrid, partido que espera ansioso y con ganas.

Por lo pronto, este martes se inicia una semana crucial para el Barcelona de Luis Enrique, con la visita del Ajax en la tercera jornada de la Champions, sólo cuatro días antes del clásico en el Santiago Bernabéu.

El Barcelona necesita ganar para volver a encauzar su campaña europea, tras la derrota (3-2) en su visita al París Saint Germain.