En Cuba, cultura es sinónimo de educación, porque se trata, sin lugar a dudas, de un derecho humano, y eso lo sabe y lo defiende toda la población en la isla, afirma Fidel Antonio Orta, consejero cultural de la embajada de ese país en México.

Este 20 de octubre se celebra el Día de la Cultura Nacional de Cuba y el diplomático destaca que el envidiable acceso masivo y gratuito a la cultura que disfruta el pueblo cubano se debe no sólo a la voluntad política que pugna por desarrollar ese derecho, sino también por protegerlo mediante instituciones, centros culturales, de estudio, de investigación o universidades. Esos factores que conforman un diseño estructural que posibilita tal acción son los grandes logros sociales de la revolución cubana.

Añade que no obstante los vientos y las mareas en contra que soplan de todas partes, principalmente del vecino del norte, revuelto y brutal, ahí está, en pleno siglo XXI y como constancia de que es posible, una población cubana instruida, que lee, que abarrota las ferias del libro y las bienales de arte, que posee un mundo cultural y espiritual muy nutrido.

Se ha hecho realidad un sueño. No el de convertirnos en un país culto, sería una exageración decirlo, pero sí el de ser un país donde el pueblo tiene la posibilidad de acceder a la cultura en su versión estrecha, que son las artes: el cine, la literatura, la plástica, la danza clásica y contemporánea, el teatro, pero también a la cultura como un concepto más amplio. El esfuerzo ha sido muy grande.

En México, esa representación diplomática es una de las más activas. Todos los meses se organizan en diversos foros y universidades en toda la República Mexicana jornadas culturales cubanas en las que están presentes diversas manifestaciones artísticas, siempre con calidad, nada banal o improvisado, así como el pensamiento, las ideas, en actividades que tienen que ver con la educación, pues una de las prioridades de la oficina a mi cargo es mantener contacto con las principales universidades mexicanas. Por eso, en México prácticamente todo el año es el día de la cultura cubana .

Orta explica que la educación artística en su país no se limita a los institutos especializados superiores, sino que “empieza desde las escuelas primarias a través del fomento de la apreciación artística. El niño tiene primero que saber apreciar el arte en todas sus manifestaciones para después convertirse en un adolescente sensible a ellas. Eso lo tenemos muy bien diseñado en Cuba y se logra a través de los instructores de arte.

“No nos importa si después los niños se convierten en grandes artistas. Ese no es el propósito central, sino que los pequeños sean sensibles y valoren el arte, empezando por el cubano, después el latinoamericano y el universal.

“Así se ha concretado el sueño de tener un país con acceso masivo a la cultura. No ha sido fácil, sobre todo por el bloqueo económico estadunidense, que más bien ha sido una guerra totalizadora, porque ha sido difícil mantener las escuelas de enseñanza artística, sobre todo al no poder comprar instrumentos musicales o cuerdas, o la materia prima para elaborarlos, ya que debemos adquirirlos en lugares muy lejanos, lo cual los encarece terriblemente.

“Tampoco podemos hacer intercambios académicos con escuelas estadunidenses referentes del arte y la cultura, por ejemplo. Hay un obstáculo tras otro a partir del bloqueo que no sólo afecta la economía, sino la educación. Es un empeño por ahogar al pueblo cubano por todas partes, y la lucha de Cuba, un país muy pequeño, es feroz, pero con una capacidad de acción grande desde que triunfó la revolución.

“Por eso, desde 1959 la cultura cubana se ha desarrollado con independencia, dignidad, soberanía y resistencia. Esas son las grandes conquistas y la voluntad del gobierno ha sido mantenerlas a toda costa, no obstante las campañas difamatorias.

Esa tenacidad está presente en un pueblo que no pierde su capacidad de crear, de hacer. El artista cubano se las arregla y sigue, persiste, continúa y tiene un concepto de patria muy elevado, pues para Cuba la cultura es también identidad. Son elementos indisolubles que al final de la jornada conforman un pueblo capaz de defender su cultura contra viento y marea, concluye el también escritor Fidel Antonio Orta.

El Día de la Cultura Nacional Cubana se celebra cada 20 de octubre por ser la fecha que conmemora uno de los acontecimientos más relevantes en la historia de ese país: la entonación por vez primera de su himno nacional, conocido como La Bayamesa, hecho ocurrido un 20 de octubre de 1868 para presidir todos los actos del movimiento independentista cubano que sucedieron los años siguientes.