Denuncian amagos de muerte contra párroco
Domingo 19 de octubre de 2014, p. 29
San Cristóbal de Las casas, Chis. 18 de octubre.
Miles de católicos de 30 municipios realizaron una peregrinación en la cabecera del municipio de Simojovel para exigir el cierre de cantinas, prostíbulos y otros centros de vicio
en ese lugar, ubicado en la zona norte de la entidad. Denunciaron que hay amenazas de muerte contra el párroco, Marcelo Pérez Pérez.
Los organizadores estimaron en 10 mil las personas que salieron a las 9 de la mañana para pedir el cierre de los llamados giros negros y denunciaron en la denominada Primera declaración del pueblo creyente de la parroquia de Simojovel, que caciques del municipio tienen nuevos planes para acabar nuestra búsqueda de la paz y justicia para el pueblo, mediante una emboscada contra el sacerdote Marcelo Pérez
.
Dijeron que el párroco es perseguido y vigilado cuando sale a las comunidades y detallaron que el 3 de octubre, cuando regresaba de una misión con varios acompañantes en un vehículo, varios jóvenes sin camiseta, al parecer drogados, preguntaban por Marcelo Pérez, además de que había otras personas ocultas entre los matorrales y vehículos sin placas.
Representantes de los católicos informaron que en la protesta, estuvieron titulares de ocho parroquias de la diócesis de San Cristóbal. Partieron del templo de San Antonio de Padua y luego de recorrer varias calles arribaron al parque central donde concluyeron con una misa.
Con imágenes religiosas, mantas y pancartas en las que exigían el cierre de las cantinas y de los centros de distribución de drogas
, los católicos coreaban: Autoridades, cómplices con los cantineros
, “autoridades, cómplices con los narcos” y autoridades: ya basta de ser corruptas
.
Durante la misa, los integrantes de la agrupación llamada Pueblo Creyente leyeron la Primera declaración del Pueblo Creyente de la parroquia de Simojovel, en la que aseguraron que los caciques
locales pretenden “dividir a la Iglesia católica y denunciaron que existe un plan de asesinar a representantes del Pueblo Creyente y algunos integrantes del consejo parroquial, ya que vemos hostigamiento, los persiguen y vigilan sus casas
Dijeron que “las cantinas legales y clandestinas asesinan a las personas; las drogas matan a las personas y el quinto mandamiento de Dios dice: ‘No matarás’. Lamentaron que las autoridades municipales, encabezadas por el alcalde Javier Guzmán Hernández, digan que no les compete este asunto, que no tienen autoridad para cerrar cantinas
. Concluyeron que las autoridades están bajo el yugo de la corrupción y la ambición.