Buenos Aires, 17 de octubre.

Integrantes de los ejércitos secretos de la Organización del Atlántico Norte (OTAN) en Europa occidental fueron figuras claves en la Operación Cóndor, la coordinadora criminal de las dictaduras del Cono Sur.

Éstos, como se comprobó en documentos y testimonios de Cóndor y en investigaciones de la justicia argentina, acompañaron al dictador chileno Augusto Pinochet desde los inicios de Cóndor, junto a los grupos cubanos de Miami, los dirigentes de las organizaciones fascistas italianas Ordine Nuovo, Vincenzo Vinciguerra y de Avanguardia Nazionales, Stefano Delle Chiae y otros responsables de atentados y asesinatos en la Operación Gladio, modelo de los ejércitos secretos de la OTAN.

Estos crímenes cometidos en países de Europa integran la historia negra de lo que fue la guerra sucia anticomunista, bajo la dirección de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), el MI británico y control de la OTAN, cuyos responsables y ejecutantes nunca han sido llevados ante la justicia.

Delle Chiaie y Vinciguerra, entre otros, viven como testigos protegidos en Italia, en realidad protegiendo a los servicios secretos de los países europeos, funcionarios y civiles que fueron parte de esa guerra sucia.

En el libro Los ejércitos secretos de la OTAN: la Operación Gladio y el terrorismo en Europa occidental, (edición española El Viejo Topo, 2005), el catedrático investigador Daniele Ganser, de la universidad de Bale, Francia, da cuenta de una historia de terrorismo en Europa occidental, que ha estado oculta durante demasiado tiempo.

Las investigaciones sobre la Operación Cóndor -que comenzaron después del asesinato en Washington del ex ministro chileno Orlando Letellier (una de las más importantes figuras del gobierno de Salvador Allende, derrocado por los militares chilenos y la CIA en septiembre de 1973)- se dinamizaron con el descubrimiento en diciembre de 1992 de algunos documentos claves, en el Archivo del Terror de la dictadura de Alfredo Stroessner en Paraguay (1954-1989).

Al resurgir esa historia secreta en las investigaciones de Cóndor se encontraron los nombres de figuras claves de la Organización del Ejército Secreto (OAS) de Francia, y de otros grupos, que en todos los casos trabajaron con las inteligencias de los gobiernos europeos y de las dictaduras de América Latina.

Tomando como base un documento original de los servicios secretos militares italianos (SIFAR) fechado el 1 de julio de 1959 y titulado “las fuerzas especiales del SIFAR y la Operación Gladio”, el investigador Daniele Ganser realizó un trabajo impactante.

“Este documento probaba que un ejército secreto vinculado a la CIA y la OTAN llamado Gladio (espada) había existido en Italia durante la guerra fría… basándome en fuentes italianas, rápidamente me dí cuenta, sin embargo, de que durante la guerra fría los ejércitos llamados Stay-behind (que traduce el autor como retaguardia o quinta columna) habían existido en los 16 países de la OTAN. Investigaciones posteriores me llevaron a concluir que de los 16 países de la OTAN podían ser excluidos Islandia, sin fuerzas armadas, y Canadá, muy lejos de la frontera soviética”, escribe Ganser.

En 1990, el primer ministro italiano Giulio Andreotti se vio forzado a confirmar que había existido un ejército secreto en Italia y en otros países de Europa occidental que formaban parte de la OTAN. Coordinado por la heterodoxa sección militar de la OTAN, el ejército secreto había sido organizado por la CIA estadunidense y el servicio secreto británico (M16 o SIS) después de la Segunda Guerra Mundial para combatir al comunismo en Europa occidental, describe Ganser.

Este tema fue investigado como una red clandestina por jueces, parlamentarios, académicos, periodistas a lo largo y ancho de Europa.

Ganser señala que el nombre en código del ejército secreto que en Italia era Gladio, en Dinamarca se denominaban Absalón, en Noruega ROC, en Bélgica Sdras y la lista sigue.“El encargado de coordinar las redes a nivel internacional era el “Allied Clandestine Comnittee (Comité Aliado Clandestino CAL).

De Gladio a Cóndor

A mediados de los años 90, la jueza argentina María Servini de Cubría cuando investigaba el asesinato del general chileno Carlos Prats y su esposa Sofía -en un un atentado con una bomba colocada debajo de su automóvil en septiembre de 1974 en un barrio residencial de Buenos Aires- viajó a Italia para interrogar a algunos testigos protegidos.

Uno de ellos fue Michael Townley, agente de la CIA y de la Dina, policía política pinochetista, ahora testigo protegido en Estados Unidos, y a quien se le autorizó a viajar bajo protección a Italia, donde fue interrogado por el intento de asesinato del político democristiano chileno Bernardo Leighton y su esposa Anita en Roma, en octubre de 1975. Aunque no murieron quedaron discapacitados ambos.

Estos dos atentados estaban muy vinculados entre sí y son antecedentes básicos de lo que sería Cóndor. Servini de Cubría también interrogó a los fascistas italianos, testigos protegidos en su país Delle Chiaie y Vinciguerra, criminales de Gladio y Cóndor, quienes reconocieron sus actividades..

Documentos que desclasificó la CIA en el año 2000 demuestran que Townley y la CIA tenían vínculos con Delle Chiaie, y también con el francés Albert Spaggiari, de la OAS, además de los agentes de la CIA para estas acciones, integrados por los grupos cubanos de Miami.

En estos momentos y ante los juicios que se desarrollan aquí sobre la Operación Cóndor, se está organizando y sistematizando la lista de terroristas de todos los países europeos que provocaron miles de atentados de para reunir la documentación suficiente que obligue a abrir los archivos de la OTAN y los servicios de inteligencia que ampararon a estos ejército secretos que, también acompañaron a las dictaduras latinoamericanas de los años 70-80.

Una de esta figuras es nada menos que Klaus Barbie, llamado el carnicero de Lyon por sus crímenes como uno de los hombre fuertes de la Gestapo de Adolfo Hitler, que prófugo y refugiado en Santa Cruz, Bolivia, conformó a los grupos militares, también ligados a la Operación Cóndor, bajo el nombre los novios de la muerte.