La Relatio post disceptationem causó irritación entre obispos duros
excesiva aperturaa homosexuales
Reconocimiento a cualidades y dones de ese sector, el punto más polémico
Jueves 16 de octubre de 2014, p. 41
Ciudad del Vaticano, 15 de octubre.
Obispos que participan en el Sínodo convocado por el papa Francisco para analizar los desafíos de la familia
coincidieron hoy en que será corregido y enmendado el documento que causó polémica por su excesiva apertura a homosexuales.
Indicaron lo anterior el arzobispo de Barcelona, España, cardenal Lluis Martínez Sistach, y el pastor de Lousville y presidente de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos, Joseph Kurtz, durante una conferencia de prensa en el Vaticano.
Vamos a cambiar el documento; no lo modificaremos definitivamente porque no hay tiempo suficiente, pero agregaremos cosas; en todos los capítulos hemos realizado muchas enmiendas
, señaló Sistach.
Reconoció que los cambios se harán en casi todos los 58 números de la Relatio post disceptationem, texto de 12 páginas que desató la controversia después de las disertaciones, el cual resume los casi 300 discursos ofrecidos en el aula del Sínodo durante la primera semana de trabajo.
El documento, publicado el lunes pasado, provocó la irritación de diversos cardenales, entre ellos el arzobispo sudafricano de Durban, Wilfried Fox Napier, y el estadunidense Raymond Leo Burke, prefecto de la signatura apostólica del Vaticano.
Además, el cardenal alemán Gerhard Ludwig Mueller, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, lo calificó de indigno, vergonzoso y completamente errado
, según la prensa italiana.
El punto más polémico de la Relatio post disceptationem resultó ser el reconocimiento a los dones y cualidades
que tienen para ofrecer a la comunidad cristiana las personas homosexuales.
El documento no sólo cuestiona si los católicos están capacitados para recibir a los homosexuales, garantizándoles un espacio de fraternidad
en sus comunidades, sino que también pregunta si los fieles tienen los elementos para aceptar y evaluar
estas orientaciones sexuales.
Más allá de la línea dura de los cardenales, muchos otros sacerdotes sinodales consideran que el documento es una fotografía fiel
de los discursos durante los debates a puerta cerrada en el Sínodo, pero aclararon que el escrito tiene limitaciones
.
“La Relatio sintetiza realmente los casi 300 discursos de los primeros días, y lo hace con objetividad; ahora hay todo un trabajo de consulta y se debe profundizar”, apuntó Martínez Sistach.
Reconoció que una de las quejas es que el documento da mucha importancia a los problemas y las situaciones de dificultad en las familias, sin poner tanto énfasis en la doctrina de la Iglesia o en los aspectos positivos del matrimonio heterosexual.
Prevemos que la sabiduría colectiva de los círculos menores contribuya a mejorar un documento abierto, de trabajo
, indicó Kurtz, en referencia a los grupos lingüísticos en los que los obispos trabajan para mejorar el documento.
Martínez Sistach reconoció que durante los debates han surgido opiniones, tendencias y sensibilidades distintas. Se han hecho algunas enmiendas, pueden ser sustanciales o no, pero están en la línea del documento de reconocer la dignidad de toda persona, incluso los homosexuales
, apuntó.
Por lo pronto, los obispos mexicanos José Francisco Robles Ortega y Carlos Aguiar Retes asumieron un particular protagonismo en el Sínodo de Obispos, al ser elegidos en puestos claves durante los trabajos de la reunión, que comenzó el pasado 5 de octubre y se extenderá hasta el domingo 19.
Robles Ortega, cardenal arzobispo de Guadalajara y presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano, fue seleccionado moderador de uno de los dos círculos menores
en español, es decir, los grupos lingüísticos que por estos días profundizan en el debate del Sínodo.
En tanto, Aguiar Retes fue designado por el papa Francisco parte de una comisión de seis padres sinodales
que participarán en la redacción de la Relatio Synodi, el documento final del Sínodo.
Robles Ortega negó que haya divisiones o ruptura en el Sínodo de los Obispos por posiciones sobre el trato a los gays o divorciados y vueltos a casar.
No hay absolutamente ninguna división. Yo no veo un problema grave de ruptura o de fractura en el Sínodo
, declaró en entrevista.