Martes 14 de octubre de 2014, p. 24
A partir de 2008, cuando el gobierno de Felipe Calderón impulsó la primera generación de reformas en el sector energético, la actividad perforadora y exploratoria de Petróleos Mexicanos (Pemex) muestra una gradual pero constante contracción, lo cual se comprueba con la reducción en la tasas de restitución de reservas, de equipos de perforación, pozos perforados y éxito exploratorio comercial, entre otros.
Estas variables inciden directamente en el volumen de producción, que en los últimos diez años se ha desplomado 27 por ciento, equivalente a 924 mil barriles por día menos, después de que en 2004 Pemex alcanzó su máximo nivel de producción con 3 millones 384 mil barriles por día contra los 2 millones 460 mil barriles diarios producidos hasta agosto de 2014, último dato difundido por la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), pese a que Pemex los reporta más oportunamente.
Los últimos informes oficiales de la CNH revelan que la tasa de restitución de reservas probadas se redujo de 104 por ciento en 2012 a 68 por ciento en 2013.
La importancia de la restitución y nivel de reservas petroleras probadas radica en que los volúmenes de reservas de hidrocarburos son los indicadores más importantes de información que los gobiernos, el sector financiero y las empresas petroleras requieren para definir las acciones y asegurar la sustentabilidad de la industria a largo plazo.