Participará en una tertulia, al lado de Paco Ignacio Taibo II, en la feria del libro en el Zócalo
El investigador, arqueólogo y librero profundiza en el Siglo de Oro español con una trilogía; es un momento interesante, curioso y creativo
, dice a La Jornada
Caminarás con el sol es su novela más reciente que circula en México
Narra el papel de Gonzalo Guerrero en la conquista
Martes 14 de octubre de 2014, p. 4
La historia es humo y los historiadores se encargan de que veamos el fuego, pero las llamas no se ven, es pura ficción. Sabemos cosas que han pasado, pero la historia es una valoración de esos datos
, dice el historiador, arqueólogo y librero Alfonso Mateo-Sagasta (Madrid, 1960).
En 2002, el autor incursionó en la literatura con su novela El olor de las especias.
Posteriormente publicó la trilogía del detective Isidoro Montemayor: Ladrones de tinta (2004), El gabinete de las maravillas (2006) y El reino de los hombres sin amor (2014) ambientadas en el Siglo de Oro español.
El autor se encuentra en México invitado por la Feria Internacional del Libro en el Zócalo de la Ciudad de México, donde este martes –junto con los escritores Paco Ignacio Taibo II, Petros Márkaris, Juan Sasturain y Eduardo Monteverde– participará en la tertulia La historia como novela policiaca, en el foro José Revueltas, programado por la Brigada Para Leer en Libertad, a las 15:30 horas.
Inspirado por Miguel de Cervantes Saavedra, autor de Don Quijote de La Mancha, Mateo-Sagasta decidió profundizar en el estudio del Siglo de Oro español y ofrecer al lector un punto de vista diferente del mismo mundo por medio de su personaje Isidoro Montemayor.
“Ladrones de tinta nace como una obra literaria y urbana, El gabinete de las maravillas es una novela negra que además transcurre toda en los interiores de un palacio, pero me faltaba dar el paisaje rural, un viaje por la España del siglo XVII y entonces escribí El reino de los hombres sin amor, cuyo trasfondo histórico es la doble boda entre Isabel de Borbón con el futuro Felipe IV y Ana de Austria con Luis XIII; aquí cuento una historia de espías”, dice el autor en entrevista con La Jornada.
En la explanada del Zócalo, en una pequeña cafetería de la feria del libro transcurre la charla con el escritor, quien sintetiza su trilogía: “Cada una de las novelas es de género diferente: la primera es literatura, la segunda es una policiaca y la última es sobre espías, donde priva la política, el espionaje y la corrupción.
Todas tienen un componente muy importante de novela negra, entendida como un retrato social de una época y de una sociedad corrompida, y a todas las une una exposición de las miserias de esa sociedad.
Historia mal contada
Después del segundo sorbo de café, Alfonso Mateo-Sagasta puntualiza que la trilogía, ambientada en el Siglo de Oro español, “es una forma de volver a narrar una historia, que a mí me parece muy mal contada, porque es muy fragmentaria, muy tendenciosa y responde además a una forma tradicional de narrarla.
“Me parece un periodo muy interesante y curioso, sobre todo permite abordar unos hechos que todo el mundo considera conocidos: la decadencia española, el final y el principio con Felipe III y IV, después del auge de los Austrias.
Intento retratar también todos los países que rodean a España en ese momento de crisis total en Europa. Creo que es un momento interesante, curioso y creativo, porque confluyen las mejores cabezas de España del Siglo de Oro y, al mismo tiempo, es la sociedad más corrupta que se ha dado. Me pareció muy atractivo narrarlo de otra manera, jugar con la historia.
Mientras se escucha el murmullo de los comensales y la música de un organillero, el escritor toma su tiempo para explicar las relaciones entre historia y ficción.
“Un relato coherente es ficción en un porcentaje enorme y es ficción además negociada por cada sociedad que evoluciona con el tiempo, que cambia y se adapta, y eso está bien que sea así, pero creo que no hay porqué angustiarse.
“Como historiador, al principio te asustas porque verdaderamente no sabemos la verdad, nada. Sabemos muy poquito de lo que ha pasado en realidad, son mitos construidos a lo largo de los siglos detalladamente modificados por la situación actual de cada sociedad.
La historia es una herramienta que se puede manejar como quieras y la literatura tiene un poder extra, es autónoma, da igual, y en muchas ocasiones la literatura afecta a la historia porque aquella genera unas imágenes tan hermosas que las incorporamos a nuestros mitos; las sumamos con naturalidad y decimos cómo esto pudo ser así, porqué es tan bonito.
Antes de concluir la conversación, el autor menciona su más reciente novela que circula en México, Caminarás con el sol, la cual recrea la época de la conquista y tiene como figura central a Gonzalo Guerrero.
El libro es una reflexión de qué es la patria para este hombre que cruza el mar y el mundo. Para España es un traidor y en México se ha convertido en un héroe del mestizaje. Mientras en la mitología mexica Guerrero es bueno, en la española no existe: ese es el juego; en la historia puedes hacer lo que quieras con ella, depende de lo que desees.