La CEDH pide a la procuraduría de Sinaloa investigación expedita y medidas cautelares
Lunes 13 de octubre de 2014, p. 32
Atilano Román Tirado, líder comunero de pueblos afectados por la presa Picachos, asesinado el sábado a balazos en la cabina de radio del diario El Sol de Mazatlán mientras conducía un programa, realizó ayer una última manifestación por la avenida Camarón Sábalo de Mazatlán, donde hubo una marcha para exigir que el crimen no quede impune y que el gobierno federal dé al embalse el nombre del activista.
Los manifestantes, la mayoría pobladores de las seis comunidades inundadas por el embalse, familiares, amigos y seguidores del líder, salieron de la misa de cuerpo presente celebrada en la iglesia San Judas Tadeo del fraccionamiento Sábalo. Recorrieron la zona turística de Mazatlán con el féretro del líder y se detuvieron en el hotel El Cid, a cuyos propietarios Atilano Román llamó hace unas semanas tiburones empresariales
, pues intentan operar en poblados aledaños a la presa.
Durante la ceremonia religiosa, Sacnicté Román dijo en el púlpito que su padre ofrendó su vida por los desplazados por Picachos y pidió a éstos que continúen con las locuras
de Atilano para que sigan los proyectos productivos en la sierra.
El cuerpo del luchador social fue enterrado en el cementerio Renacimiento en Mazatlán, junto a los restos de su madre, fallecida hace 20 años.
En tanto, la Comisión Estatal de Derechos Humanos pidió a la Procuraduría General de Justicia del Estado proteger a los demás activistas y a la familia de la víctima, así como realizar una investigación expedita del asesinato.
El organismo agregó que la PGJE debe garantizar justicia a la familia de Román Tirado y a los desplazados por la presa Picachos. Detalló que las medidas precautorias o cautelares a las víctimas u ofendidos por este homicidio deberán incluir asesoría jurídica, así como atención médica y sicológica.
Estas medidas también deberán ofercerse a directivos y personal del programa de radio que Atilano Román conducía.