Domingo 12 de octubre de 2014, p. 6
Una condena al asesinato de estudiantes de la normal de Ayotzinapa, Guerrero, y la exigencia de castigo a los culpables, así como la inmediata presentación con vida de los 43 desaparecidos –en su mayoría indígenas– surgió de la tercera Reunión Nacional Indígena, realizada los días 10 y 11 de octubre en El Tajín, municipio de Papantla, Veracruz, con la presencia de un centenar de dirigentes de todo el país.
En el acto, convocado por el Consejo Supremo Hñañhú de Hidalgo, cuyo anfitrión fue el Consejo Supremo Tutunakú, se acordó pedir al presidente Enrique Peña Nieto que cumpla su promesa de reconocer la autonomía y autodeterminación de los pueblos indígenas de México
, hecha durante la Conferencia Mundial de Pueblos Indígenas en la ONU, en particuar lo referente a su derecho a la consulta previa, libre e informada, entre otras cuestiones.
La Agencia Internacional de Prensa Indígena informó que además se acordó exigir el cumplimiento del artículo segundo constitucional y la armonización de las legislaciones nacional y local con los instrumentos internacionales, como el Convenio 169 de la OIT y la Declaración de los Derechos de los Pueblos Indígenas de la ONU.
Asimismo, que independientemente de las posturas de quienes militan en partidos políticos, se busque la unidad para impulsar la solución de las demandas de los pueblos originarios, buscando que lleguen a cargos públicos actores indígenas comprometidos con sus comunidades.
También convinieron impulsar la creación de un proyecto nacional político indígena, tomando como base experiencias
como el Consejo Nacional de Pueblos Indígenas o la Asamblea Nacional Indígena por la Autonomía.
Durante la inauguración del encuentro, el líder histórico del Totonacapan, Juan Simbrón Méndez, recordó que explotación petrolera en la región de Papantla no benefició a los indígenas, que en cambio fueron engañados, fragmentados y explotados; el petróleo desplazó a la vainilla y envenenó la tierra, aseveró.