Cerca de 25 mil aficionados americanistas acudieron al estadio Azteca para honrar la memoria del goleador ecuatoriano Christian Benítez, fallecido el 29 de julio de 2013, en Qatar.

Sus familiares se mostraron emocionados al escuchar el minuto de aplausos y el entusiasta cántico de “Oeeee, oeeee, oee, oe, oe, oe Chucho, Chucho…”

En un partido amistoso, el América venció 3-1 a Santos. Ambos conjuntos brindaron un duelo dinámico, con buen juego y tintes de morbo tras aquella goleada que las Águilas le propinaron a domicilio a los Guerreros, pero por suerte para éstos hoy no jugó su verdugo Miguel Layún, autor de los cuatro tantos.

El club de Coapa también está de plácemes porque este domingo celebra sus 98 años de fundación. Hay motivo para celebrar porque el equipo más mediático de la liga se mece en el liderato general.

Como lo cortés no quita lo valiente, el técnico Antonio Mohamed se encaminó despreocupado hacia la banca de los visitantes y saludó de mano a Pedro Caixinha, dejando atrás sus diferencias y declaraciones polémicas.

Pero el escenario principal ocurrió cuando salieron ambas oncenas. En medio de las áreas de los entrenadores aguardaban los hijos de Benítez: los cuates Christiano y Emily, el pequeño con la playera del América y la niña con la albiverde de Santos.

Entre la afición americanista está fresco el recuerdo del último título logrado y los 52 goles que Chucho marcó con los amarillos. Así lo demostró la barra Monumental con sus cánticos, mientras los capitanes Oswaldo Sánchez y Rubens Sambueza besaban a los pequeños Benítez.

También con Santos, Christian alzó un título, el Clausura 2008.

Al minuto de iniciado el partido, Luis Ángel Mendoza abrió el marcador al recibir pase filtrado; el Quick definió con tiro raso que entró a la izquierda del portero Oswaldo Sánchez.

Al minuto 11 –el número de la playera que usó Chucho– en las pantallas gigantes apareció la imagen del ecuatoriano, lo que dio pie a otra nutrida ovación, pero el juego no se detuvo y como Santos atacaba, el único guerrero que aplaudió fue Oswaldo.

Al 18, Darwin Quintero cedió a Adrián Aldrete, quien encaró a Hugo González; el portero rechazó como pudo y un atento Ronaldo Cisneros hizo certero un contrarremate para el 1-1.

El silbante Miguel Ángel Ayala marcó la pena máxima cuando Oswaldo trabó el pie de Michael Arroyo. Luis Rey se encargó de cobrar con sangre fría, con lentitud y a la derecha del guardameta, quien se lanzó al lado contrario, para el 2-1.

Los entrenadores aprovecharon que tenían enfrente a un sinodal de envergadura para activar a sus jugadores, pero el complemento tuvo excesivas interrupciones, porque los estrategas se dieron vuelo haciendo relevos, aunque las Águilas quedaron mejor enchufadas y al 73 el Quick Mendoza encajó el 3-1, tras una descolgada y servicio de Gonzalo Díaz.

Luego del pitazo final, los pequeños Benítez fueron al centro del campo, donde recibieron obsequios y muestras de afecto de los ex compañeros de su padre, mientras en las pantallas transmitían sus goles y festejos.