Las modificaciones acortaban semestres, afirma profesor
Martes 7 de octubre de 2014, p. 37
Profesores del Instituto Politécnico Nacional (IPN) señalaron que la comunidad no se opone a la renovación de los programas y planes de estudios en las diferentes unidades académicas, pero esas modificaciones deben hacerse de cara a la comunidad, con una consulta a todos sus integrantes y con la participación de expertos
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Jorge Gasca, maestro de la Escuela Superior de Ingeniería y Arquitectura unidad Zacatenco, que fue la primera en declararse en paro debido a las modificaciones a su plan de estudios y a la aprobación de un nuevo reglamento interno, indicó que los cambios a algunos planes curriculares que emprendió la administración de Yoloxóchitl Bustamante Díez –que ya fueron cancelados por el gobierno federal– tecnificaban la educación de los jóvenes, debido a que se reducían materias y semestres.
En el caso de la formación para ingeniería civil, agregó, se eliminaba la instrucción en el tema de ingeniería ferroviaria y aérea. Además de que a los profesores “se les disminuían horas de impartición de clase.
“Queremos que se nos tome en cuenta, que se consulte a la comunidad y expertos en el tema; consideramos que también se tiene que pedir la opinión de los diferentes colegios de ingenieros en el país. (Para cambiar los planes) debe haber una revisión de las necesidades del país y sus requerimientos de profesionales capacitados y especializados. Las modificaciones no deben ser impuestas por los directores.
“En lo académico se debe dar una formación integral del profesionista, y con los cambios (de los planes de estudios) se había trastocado, porque se eliminaba un semestre en la formación de los alumnos, lo que se traduce en profesionalización insuficiente.
La denuncia que han hecho los jóvenes de que se trataba de un intento por tecnificar es real. En algunos casos se consideraban siete semestres de currícula obligatoria y el resto sería cubierto con materias optativas, que debilita la instrucción.
El IPN, dijo, atraviesa por una crisis donde sólo hay especulación, en particular tras la renuncia de Bustamante Díez a la dirección general, y del secretario general, Fernando Arellano, existe una incertidumbre total
en la casa de estudios.