Es una propuesta contemporánea, afirma Verónica Alanís, coordinadora del proyecto
rescata la raíz, pero mira hacia adelante en la fusión
En el espectáculo encontrarán un México inesperado, por medio del formato de lo que hace Riverdance, señala Julio César Flores
Se presentará del 26 al 28 en el Centro Cultural Teatro 1
Miércoles 24 de septiembre de 2014, p. 9
El viernes 26, sábado 27 y domingo 28 de septiembre, en el Centro Cultural Teatro 1, regresará el espectáculo Jarocho, inspirado en la propuesta de los irlandeses de Riverdance, que con el zapateado veracruzano se funde en la tradición y modernidad, en la fuerza y el equilibrio.
De la música celta al son, los bailarines ejecutan coreografías contagiosas y dan ganas de pararse para seguir el movimiento. Como dijera el clásico: ... y, sin embargo, se mueve.
A 10 años de creado el espectáculo, los cuadros han sido enriquecidos y la búsqueda de la simetría, de la geometría sobre la duela, del taconeo al unísono, ha alcanzado niveles de excelencia y gran emotividad.
La palabra jarocho se asocia con un estilo musical y dancístico conocido como son jarocho, el cual por más de 200 años ha sido el sonido rúbrica del trópico mexicano. Veracruz es crisol de las Américas; su historia refleja la historia de son jarocho: africanos, europeos e indígenas funden su raza, costumbres, tradiciones y música; negro, blanco y rojo en una expresión conjunta. Se define con ritmo, pasión y magia.
Inspirado por el mundialmente famoso Riverdance, la Universidad Veracruzana y el Gobierno de Veracruz comisionaron la producción de un espectáculo en homenaje al son jarocho. Hace 10 años vinieron coreógrafos a dar forma al proyecto. En ese entonces, como ahora, los puristas o neófitos opinaron que se contaminaba la tradición.
Música, danza y luz
Richard O’ Neal, director asistente en Riverdance, se apuntó como director del proyecto. Reunió a los más distinguidos profesionales de la música, el diseño y las artes escénicas en México para convertir la idea en hecho.
El estreno fue en Veracruz. Jarocho resultó una producción fastuosa que visualizaba el son jarocho en encarnaciones pasadas, presentes e imaginarias. El espectáculo es una serie de viñetas musicales que aparentan ser muy distintas entre sí, para luego revelar que todas cuentan la misma historia.
La música es una combinación de composiciones originales y canciones tradicionales, como La Bamba. En lo sonoro hay folclor mexicano, flamenco, afrocubano, contemporáneo y clásico. Estos son los estilos dancísticos que integran el programa.
En conferencia de prensa, Verónica Alanís Moreno, coordinadora general de Jarocho, expresó que ahora se presentarán más artistas. “Comenzó con una función en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris. Ahora lo hemos renovado.
“Jarocho se hunde en las raíces de la cultura y de la tradición. No se queda en mostrar el típico baile mexicano, sino plantea una propuesta moderna. La compañía la integran 50 personas, entre músicos y bailarines. Un trabajo especial es la iluminación, diseñada ex profeso. Es un espectáculo integral: música, danza y luz. Ha sido un parteaguas en muchos sentidos, en arte y tradiciones.”
La negritud, añadió, está presente de diversas maneras, dado que Veracruz fue la puerta de entrada de la raza negra a México. Por supuesto que está el elemento cubano. Otro es el zapateado español. Debe llamarse la atención en la postura de los bailarines, erguidos, la barbilla levantada. Visten de negro y es majestuoso. Ustedes verán lo tradicional, pero con una expresión corporal diferente; lo importante y lo difícil es lograr la precisión, que los desplazamientos sean impecables. Se trata de ir hacia la plasticidad del ensamble.
Reiteró que Jarocho ha cambiado en diferentes aspectos, sobre la misma base. “Hemos adaptado nuevas experiencias y coreografías. Verán en un momento a los 26 bailarines sobre el escenario y a ocho músicos en vivo. Jarocho es una propuesta contemporánea. No somos un ballet folclórico tradicional; sí rescatamos la raíz, pero echados para adelante en la fusión.”
Son, tradiciones e influencias
Julio César Flores Prado, coordinador artístico e integrante de la primera compañía de danza de la Universidad Veracruzana, dijo que volverá a mostrarse el son jarocho y las tradiciones y sus influencias. Encontrarán un México inesperado, por medio de un formato de lo que hace Riverdance. Hemos mejorado con el tiempo.
El son llegó a lo que hoy son Campeche y Veracruz, por el golfo. En este último se arraigó con un sentido académico, que aquí se muestra.
Susana Alexandre, bailarina, afirmó que el público disfruta cada vez más a Jarocho. “Ya tiene sus seguidores, muchos de los cuales han asistido varias veces a las funciones. Esta compañía es profesional y enfrenta el reto constante de mejorar, de hacer bien su trabajo. En cada una de las escenas relatamos una historia, a través del baile y la música. Cada bailarín expone una dramaturgia.
No hay un sólo zapateado que no provenga de la raíz. México ha variado en lo que presenta en el extranjero y ya no es sólo el mariachi. Puede ser lo jarocho. México es mucho más que mariachi.
Jarocho se ha presentado en casi toda la República, con más de 400 funciones.
La cita es en el Teatro 1 del Centro Cultural, ubicado en avenida Cuauhtémoc 19, colonia Roma, cerca de la estación Cuauhtémoc del Metro.