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Borja Cobeaga aborda el pacto fallido entre el gobierno español y ETA en 2005

Negociador trata sin autocensura la causa independentista vasca

El tema de esta comedia es que los actos más solemnes están rodeados de chapuzas, dijo el director

John Malkovich hace del seductor Casanova en un filme que compite en San Sebastián

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John Malkovich y las actrices Victoria Guerra, María Joa Bastos, Lola Naymark y Verónica Ferres en la promoción de Casanova Variations, que compite en la sección oficial de la edición 62 del festival de San SebastiánFoto Reuters
 
Periódico La Jornada
Martes 23 de septiembre de 2014, p. 9

San Sebastián, 22 de septiembre.

Pese a estar fuera de la carrera por la Concha de Oro, había mucha expectación en San Sebastián por el estreno de Negociador, nueva comedia del guionista de Ocho apellidos vascos, Borja Cobeaga, la cual se centra en la fallida negociación de 2005 entre el gobierno español y la ETA.

¿Se abre la veda para que el cine aborde el tema de la independencia vasca? Es una prueba de fuego, señala Cobeaga. Tanto Negociador como Lasa y Zabala, que se estrenará el jueves, son las primeras películas que salen desde el alto el fuego permanente (enero de 2011) y me imagino a los demás mirándonos a nosotros a ver cuál es la reacción.

A juzgar por esta primera proyección a la prensa especializada, la respuesta se augura positiva. Hubo aplausos, risas y hasta alguna carcajada, pese a que no es una comedia al estilo Pagafantas o No controles. “Me apetecía regresar al tono de los primeros cortos como Éramos pocos”, por el que en 2007 fue nominado al Óscar. Es un poco comedia tristona y me apetecía mucho probar eso.

En Negociador, Ramón Barea da vida al político vasco Manu Aranguren (inspirado en el ex presidente del Partido Socialista de Euskadi Jesús Eguiguren), que ejerce de interlocutor del gobierno de Madrid en unas negociaciones con la organización independentista en Francia. Y pone de manifiesto que las casualidades, los errores o malentendidos pueden ser determinantes.

Un proyecto muy personal

Cobeaga (San Sebastián, 1977) cuenta que la escribió en los ratos que le dejaba libres el libreto de Ocho apellidos vascos –convertida ya en la película española más taquillera de la historia–, y quizá también eso influyó en que el tono sea distinto.

En las anteriores películas había una especie de presión de medir cuántas risas hay por minuto; eso era muy estresante, comenta.

Esta vez se trata de un proyecto muy personal que dirige, escribe y produce, y subraya que aunque está basada en hechos reales, es una ficción que no aspira a ser una crónica realista de las negociaciones. He investigado y tomado cosas de la realidad, pero la caracterización del personaje (Aranguren) no buscaba la imitación ni el parecido físico, explica.

En realidad, enfatiza, el tema de Negociador es que los actos más solemnes están rodeados de patetismos y chapuzas. Por eso relaja la solemnidad de las palabras, tan importantes en un proceso de este tipo, y consigue sacar una sonrisa al público cuando las partes enfrentadas se pelean desde el mismo comienzo por denominarlo negociación o diálogo.

Aunque reconoce que ha hecho esta película sobre todo para él, y que lógicamente no puede tener las aspiraciones de público de Ocho apellidos vascos, Cobeaga se muestra optimista. “Hasta Ocho apellidos vascos, los miedos a hacer chistes sobre la kale borroka (lucha callejera) eran muy fuertes; creo que el público ha dado una lección de madurez brutal.”

No obstante, el miedo y la prudencia aún imperan, afirma.

No es que me considere imprudente, pero creo que lo peor que puede haber es la autocensura. Completan el reparto como interlocutores de ETA los actores Josean Bengoetxea y Carlos Areces (con un personaje inspirado en el ex jefe militar de la organización Thierry).

Variaciones del seductor

En el encuentro fílmico, el actor estadunidense John Malkovich conquistó este lunes con Casanova variations, estreno mundial del director austriaco Michael Sturminger, que mezcla cine y ópera para retratar los últimos años del seductor veneciano.

Michael y yo habíamos trabajado anteriormente en una ópera que disfrutamos mucho y por esta experiencia decidimos realizar un segundo proyecto juntos, originalmente sólo como obra de teatro, explicó Malkovich en rueda de prensa, acompañado por buena parte del equipo de la película, incluido su director.

La cinta es, así, una evolución de la obra de teatro The Giacomo variations, que Malkovich y Sturminger han representado por el mundo, y que recrea los últimos años del seductor, quien se pregunta sobre el sentido de su vida.

En Casanova variations, el director austriaco une cine, teatro y ópera, mostrando la representación de una obra teatral y operística en la actualidad y fundiéndola con un relato paralelo de época, dando así saltos entre presente y pasado.

Intentamos seguir la historia de Casanova en distintas capas, explicó Sturminger, al señalar que la película permite mayor complejidad que la pieza de teatro.

Malkovich se interpreta a sí mismo, incluso con su propio nombre, y al personaje, según el momento, en una cinta en la que la música juega gran protagonismo, con arias de Mozart y Da Ponte.

Tuve ciertas dudas acerca de la estructura de la historia, reconoció el actor, y recordó que su persona ya había servido de referente en la cinta Como ser John Malkovich. Pero que sabía que podría trabajar bien con Sturminger, dijo.

La cinta fue bien acogida en el festival de San Sebastián, donde se proyectó en la competencia oficial, pero Malkovich aseguró que la crítica no le preocupa.

No me preocupa los críticos, porque no me preocupan lo que no puedo controlar, concluyó.