Soy campeón, pero no tengo nada que festejar, reconoce
Martes 23 de septiembre de 2014, p. a15
El domingo el campeón mexicano Carlos Cuadras despertó con una sensación de rabia. La primera idea que visitó fue de una profunda frustración. Se sabía campeón supermosca del CMB, pero también un monarca que en su primera defensa no había demostrado nada. Había empatado la noche anterior ante su retador, José Salgado, por un cabezazo que le propinó y que obligó a detener el combate casi al finalizar el cuarto asalto.
Abrí los ojos y me dije: chale, ya manché mi récord para siempre
, cuenta Cuadras sobre el día después de su pelea. Me sentía como si hubiera perdido, porque aunque todavía soy campeón no tengo nada que festejar
, comparte con malestar.
El cabezazo que estrelló contra la ceja de su oponente no fue intencional, cuenta Cuadras, pero impidió que el combate creciera para que pudiera dar una buena función de boxeo.
No estuvo en mis manos que ocurriera esa herida, no soy un peleador que entre con la cabeza por delante
, aclara.
Cuando un campeón hace su primera defensa suele subir con la intención de confirmar por qué le dieron el cinto. Cuadras iba con esa meta, pero dice que ni siquiera le dio tiempo de soltarse.
Si me hubiera durado un round más, porque ya me estaba aflojando, pero ni pude demostrar que tengo cualidades
, dice con impotencia.
Lo que más me duele es que iba invicto y con este empate técnico ya manché mi récord, queda una huellita que no podré quitar
, agrega.
Después de lo ocurrido, Carlos quisiera olvidar lo más pronto ese combate en el que no perdió pero no ganó nada. Una defensa de un título al que le costó esfuerzo llegar, que se le alejó por razones que aveces no tenían que ver con el deporte, pero se lo retrasaban
Siento que no he tenido ninguna defensa
, lamenta Cuadras. Es como si aún estuviera pendiente defender mi trono, porque lo del sábado ni siquiera me supo a nada. Es un empate, pero de esos que te dejan un sabor como si hubieras perdido
, concluye.