El jueves pasado, Jesús Monge (Morelia, 1910-1964) fue objeto de un homenaje organizado por su hija Sandra, familiares y amigos, con motivo de su 50 aniversario luctuoso, tiempo en el cual su obra musical ha seguido vigente, tanto en su melodía como en su poesía, expresó Gustavo Alvite, locutor y conocedor de las canciones del autor de México, lindo y querido.

Durante el acto, Sandra Monge lamentó que la Sociedad de Autores y Compositores de México (SACM) hasta el momento no haya organizado ningún tributo a su padre, compositor de joyas musicales como Creí, en este caso a medio siglo de su deceso.

En el acto, Luis Jaime Cortez, director del Conservatorio de las Rosas, de Morelia, Michoacán, informó que el tenor Francisco Araiza grabó un disco con composiciones de Chucho Monge en dicho conservatorio, con el acompañamiento de una sinfónica. Hemos platicado con el licenciado Rafael Tovar y de Teresa, titular del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), sobre la realización de un concierto-homenaje a Chucho, que será tal vez en diciembre, con todo el contenido del disco. Estamos organizando las agendas.

El tenor interpreta 15 clásicas de Monge, como Creí, Dolor, Barquito de papel y Alma. Lo acompañó la Sinfonieta del Conservatorio de las Rosas, integrada por 47 profesionales. El resultado fue de una experiencia muy bella, desde la perspectiva de la música de concierto.

Previamente, se proyectó una semblanza del compositor, que fue definido por la concurrencia femenina como muy guapo, y por los caballeros como un gran amigo.

Pável Granados, encargado de Programación de la Fonoteca, expuso que dicha dependencia cuenta con 400 registros sonoros de la autoría de Monge. Son temas como Sacrificio, Creí, Pobre corazón, Cartas marcadas, El remero y La feria de las flores, en una variedad de versiones en las voces de Amparo Ochoa, Pedro Infante, Jorge Negrete, Vicente Fernández, Mariachi Arriba Juárez, Trío Calaveras y Coro Polifónico Miguel Bernal Jiménez.

Como parte de este acervo también se encuentran entrevistas de radio que dan cuenta de su paso por la XEQ, XEW y XEB, como compositor artístico de Noches tapatías y Así es mi tierra.

Entre los documentos sonoros se hallan testimonios del propio Chucho hablando de su vida profesional, sus comienzos, revelaciones sobre su forma de componer e incluso una grabación del tema que lo consagró, México, lindo y querido.

Sandra Monge dijo que su interés siempre ha sido que el legado de su padre sea resguardado en la Fonoteca Nacional. “Mi idea es ingresar audios, como una grabación casera sde mi padre tocando con la guitarra algunas canciones en una reunión familiar. Se trata de un material que mis primos me entregaron. También temas editados en álbumes que conservo, registros con obras de varios géneros, pues no sólo fue compositor de canción ranchera, sino de boleros, tangos, foxtrot y rumba. Mi papá trabajó como compositor en películas mexicanas entre 1939 y 1943. Entre las cintas se pueden citar Eterna mártir, Los bohemios y Cuando los hijos se van. Sus canciones dieron título a películas como Cartas marcadas, Pobre corazón, La feria de las flores y Pa’qué me sirve la vida.”

Recuerdos de familia

Conforme se desarrollaba el homenaje se proyectaron imágenes de Chucho proporcionadas por Sandra Monge, quien recordó que su papá hacía acrósticos a sus amigos de la escuela. “Cobraba cinco centavos por el nombre y 10 por nombre y apellido. Ganó un concurso organizado por el Dr. Atl. El premio era un viaje a Europa, pero mi abuelita no Lo dejó ir. Entonces, el Dr. Atl le hizo un libro de poemas. Sus primeras canciones las escribió a los 17 años. Lo primero que hizo fueron boleros y tangos.”

Entre cada comentario se escuchó una de las clásicas, que muchos de los asistentes corearon con sapiencia y sentimiento. Se oyó Sacrificio. “La primera composición de mi padre fue Cuando canta mi guitarra. Él era lírico.”

Así siguió el homenaje, cuyo corolario fue la participación de Silvia, de las Hermanas Águila, y de Lorenzo Negrete, quienes con sus interpretaciones mostraron una forma de cantar afinada y con sentimiento. Lorenzo interpretó a la manera de su abuelo Jorge Negrete, con un vozarrón.

Gustavo Alvite destacó que las creaciones de Monge no han caducado ni perdido comprensión, caso contrario de otros autores cuyas letras incluso ya no se entienden, por arcaicas.

El homenaje concluyó con todos cantando México, lindo y querido, que, según Sandra, hace llorar a muchos mexicanos cuando la escuchan en el extranjero.