El ex presidente Felipe Calderón, quien se promociona internacionalmente como ecologista, permitió durante su gestión que Petróleos Mexicanos (Pemex) infringiera la legislación ambiental, pues no cumplió con la norma 086, que establece la introducción de combustibles del ultra bajo azufre, y tampoco sacó adelante la norma de eficiencia vehicular.

El panista presentó el martes en Nueva York el estudio Mejor crecimiento, mejor clima, elaborado por la Comisión Global sobre Economía y el Clima, en el que se plantean las opciones tecnológicas y financieras para invertir en infraestructura orientada a un crecimiento con bajas emisiones de gases de efecto invernadero.

Durante su periodo presidencial entró en vigor la norma 086 que obligaba a Pemex a distribuir diesel y gasolina con ultra bajo contenido de azufre, pero la paraestatal no cumplió con la normatividad y hasta se amparó contra ella. De acuerdo con expertos, este tipo de gasolina es para vehículos con menores emisiones, los cuales al no existir este tipo de combustible en el país no pueden ser introducidos.

Organizaciones ambientalistas como el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda) y CTSEmbarq han señalado también que la norma 042, que regula las emisiones contaminantes, tiene casi cuatro años de retraso; es decir, desde 2010, en la gestión de Calderón, debió actualizarse. El Cemda apuntó que México publicó su más reciente regulación en materia de emisión de contaminantes para vehículos ligeros nuevos en 2005.

Según estas organizaciones, en el país los automóviles son la principal fuente de contaminación que contribuye a la formación de ozono troposférico, contaminante asociado con graves enfermedades cardio-pulmonares.

Estas organizaciones estiman que México está más de 10 años atrasado con respecto a Estados Unidos en cuanto a normatividad de control de emisiones, mientras los niveles de contaminantes son de ocho a 10 veces mayores que en aquel país.

La actualización de la norma 042 evitaría la emisión hasta de 2.4 millones de toneladas de contaminantes locales a 2035, lo que equivaldría a detener la actividad vehicular de toda la flota de la Zona Metropolitana del Valle de México por más de un año.