La cifra, mayor a la desembolsada por destrozos de Ingrid y Manuel hace un año
En BCS existen numerosas propiedades que cuentan con pólizas contra percances, afirman
Jueves 18 de septiembre de 2014, p. 9
Los daños causados por el huracán Odile a su paso por Baja California Sur podrían representar un costo superior a 12 mil millones de pesos para las aseguradoras del país, cifra mayor a la pagada por los destrozos provocados hace un año por Ingrid y Manuel.
El director de daños y autos de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (Amis), Luis Álvarez Marcén, admitió que aún no se han cuantificado los daños causados por el meteoro en Baja California Sur, pero se calcula que podrían ser superiores a los de eventos similares, debido al alto número de propiedades que en esa entidad cuentan con una póliza contra daños, como hoteles, campos de golf y viviendas.
“Aún no tenemos estimados los daños. Necesitamos trabajar en ese cálculo con la Asociación de Ajustadores.
“Lo que sí consideramos es que va a ser un evento ‘fuerte’ para el sector asegurador; hay una alta proporción de bienes asegurados en la zona de Los Cabos y La Paz”, expresó.
Falta cultura de protección
Álvarez Marcén, en entrevista durante la realización del segundo simulacro del Plan de Atención a Catástrofes Naturales del Sector Asegurador, señaló que desafortunadamente en México no se cuenta con una cultura para la contratación de pólizas de seguros con el fin de proteger bienes muebles e inmuebles contra eventos catastróficos.
Tan es así, añadió, que sólo 5 por ciento de las 30 millones de viviendas que hay en el país se encuentran aseguradas; es decir, sólo una de cada 20 está protegida contra daños causados por huracanes, terremotos u otros eventos catastróficos.
Precisó que si se toman en cuenta los seguros obligatorios que exigen los bancos para otorgar un crédito hipotecario, la proporción podría elevarse a 30 por ciento del total de las viviendas del país.
Sin embargo, en los créditos hipotecarios los bancos aseguran los saldos insolutos para su propia protección, mientras los clientes pueden llegar a perder la inversión hecha, aclaró.
Lamentó que en México se tenga poca memoria
, porque después de los sismos de 1985 hubo un ligero repunte en el número de asegurados, pero se ha mantenido en no más de 5 por ciento en promedio nacional.
Mencionó que hay estados como Guerrero, Oaxaca, Chiapas y Zacatecas donde el porcentaje es menor a uno por ciento.
Por el contrario, en zonas como el Distrito Federal, con mayor cantidad de compañías, la proporción de propiedades protegidas puede llegar a 10 por ciento. Menos de 3 por ciento de las microempresas cuentan con un seguro, dijo. Entre las medianas y grandes puede llegar a 60 por ciento, mientras la totalidad de los grandes corporativos cuentan con cobertura, agregó.
Descartó que la falta de una cultura del aseguramiento sea cuestión de precios, pues las tasas se adoptan a partir de referentes internacionales y es poco lo que las aseguradoras pueden subirlas o bajarlas, ya que eso depende de sus costos de operación.
Mencionó que para cubrir daños de una propiedad valuada en un millón de pesos en una zona no muy crítica
, por ejemplo, la prima del seguro se ubicaría entre 4 mil y 5 mil pesos al año, mientras en áreas críticas
estaría entre 10 mil y 15 mil pesos para ese mismo lapso.
Creo que es un precio bastante razonable para proteger un patrimonio de un millón de pesos y no perder todo en caso de un desastre
, manifestó.