Quito, 17 de septiembre.

Miles de manifestantes a favor y en contra del gobierno izquierdista del presidente Rafael Correa midieron fuerzas este miércoles en Ecuador, en una jornada en la que el mandatario anunció que radicalizará su revolución ciudadana, y que se saldó con 15 policías heridos y decenas de detenidos.

Sindicatos, grupos indígenas opositores, estudiantes y médicos reunieron a miles de personas contra iniciativas del gobierno en le céntrica Plaza de San Francisco.

En respuesta, miles de seguidores del presidente se congregaron frente al cercano presidencial Palacio de Carondelet, en el centro de esta capital. La respuesta ha sido inmensa. ¡Qué fracaso que han tenido! Somos más, muchísimos más, proclamó Correa ante sus seguidores, a quienes advirtió: tenemos una arremetida conservadora, y advirtió que se intenta crear en Ecuador el mismo caos que se desató en Venezuela.

Al afirmar que el país debe seguir construyendo nuevos derechos para el pueblo, definió tres ejes: un nuevo código de trabajo, que profundice la premisa de que el trabajo humano está por encima del capital; eliminar las fuentes de desigualdad, principalmente las relacionadas con la plusvalía de la tierra, y crear un sistema de seguridad social global que garantice cobertura universal e incluya a personas tradicionalmente excluidas como las amas de casa y los campesinos.

Los dirigentes de la protesta reivindicaron igualmente el triunfo al término de la jornada que fue convocada en rechazo a una reforma laboral, todavía en discusión, y a una enmienda constitucional para incorporar la relección indefinida, que permitiría a Correa continuar en el poder después de 2017. También rechazaron una ley que les quitó a los indígenas el control del manejo del agua en sus territorios.

Miles de trabajadores se han movilizado a escala nacional para ratificarle al gobierno que está implementando políticas contra el pueblo, dijo a Afp José Villavicencio, presidente de la Unión General de Trabajadores de Ecuador.

Al inicio de las marchas, policías y manifestantes encapuchados forcejearon cerca del colegio Montúfar, en el sur de Quito. Los uniformados, señaló el gobierno, evitaron el uso de gas lacrimógeno y emplearon escudos y bastones para repeler la protesta.

Tenemos cerca de 15 policías heridos, algunos con la nariz rota; mujeres policías con heridas en el rostro, declaró el ministro del Interior, José Serrano, al canal público de televisión.

Las autoridades no suministraron un balance de detenidos, pero según el diario El Comercio hubo más de 72 arrestados en las cercanías del centro escolar.

Las movilizaciones se extendieron a otras ciudades como Guayaquil y Portoviejo (ambas al suroeste) y Santo Domingo (este).

Correa, en el poder desde 2007 y quien gobierna con altos índices de popularidad, enfrentó la primera protesta importante tras el revés electoral de su partido Alianza País en los comicios municipales del 23 de febrero, en los que perdió las alcaldías de Quito, Guayaquil, Cuenca y otras capitales provinciales, aunque se mantuvo como la principal fuerza a nivel nacional.