Petróleos Mexicanos (Pemex) y los franquiciatarios de gasolineras afiliados a la Organización Nacional de Expendedores de Petróleo (Onexpo) formalizaron un Pacto de Unidad y Transformación del Sector Gasolinero para hacer frente, de la mejor manera, a la apertura del sector con los cambios que propició la reforma energética.

Es prácticamente un madruguete de Pemex ante la apertura a la libre competencia que busca la permanencia en su franquicia de los propietarios de unas 9 mil estaciones de servicio en el país, a cambio de brindarles apoyo para alcanzar mayor rentabilidad de todos los espacios de sus instalaciones y no sólo del área de despacho.

El director de Pemex, Emilio Lozoya Austin, explicó a los distribuidores de combustible las estrategias que busca aplicar su administración para fortalecer la franquicia: formalizar compromisos para hacer frente a la apertura del sector; desarrollar iniciativas estratégicas en beneficio de ambas partes (la petrolera y socios de Onexpo) encaminadas al fortalecimiento de la franquicia; mantener comunicación constante acerca del desarrollo de las iniciativas estratégicas y su implementación; promover entre los agremiados de Onexpo nacional su permanencia en la franquicia Pemex, así como formalizar los convenios modificatorios a los contratos de venta de primera mano.

A Pemex le interesa poner en marcha lo anterior para enfrentar la previsible llegada de empresarios gasolineros del exterior, sobre todo porque Onexpo, según datos de la propia agrupación, aglutina estaciones de servicio en las que se tienen invertidos más de 200 mil millones de pesos; que diariamente realizan la venta de 161 millones de litros, que cuenta con un mercado laboral de 400 mil empleos directos e indirectos, y porque su valor de mercado se calcula en unos 730 mil millones de pesos.

El presidente de Onexpo, José Ángel García Elizondo, resaltó la importancia de que tanto Pemex como los distribuidores de combustible no vuelvan a cometer errores del pasado, como en la apertura comercial de hace dos décadas con la firma del Tratado de Libre Comercio de Norteamérica (TLCAN), que desplazó a empresas e industrias de diversos ramos.