Atrás quedó la costumbre de llevar a miles de simpatizantes con pancartas, cornetas, papeles de colores y potentes megáfonos para lanzar porras. En el segundo Informe del jefe de Gobierno de la ciudad, Miguel Ángel Mancera, no hubo más de mil personas flanqueando las vallas de metal en espera del paso del mandatario capitalino, contando las decenas de gobernadores, diputados, senadores y políticos que asistieron al acto.

Lo que sí llamó la atención, fueron los cuatro filtros de seguridad instalados en Donceles y calles aledañas, así como la colocación –por primera vez en este tipo de actos– de dos arcos detectores de metales, por donde cruzaron los invitados a la Asamblea Legislativa del Distrito Federal.

Todo el que quisiera pasar, debía someterse a la mesa de registro, la revisión exhaustiva de gafetes y el paso entre vallas que restringían el acceso a reporteros y simpatizantes.

Poco después de las 9 horas, los representantes de los partidos políticos comenzaron a plantear sus posicionamientos en el recinto legislativo y cerca de las 9:30 comenzó el arribo de los invitados, como Mauricio López, del PRI; Mauricio Tabe, del PAN, y Raúl Flores, del PRD.

A su paso no hubo porras ni gritos de los asistentes, quienes eran principalmente simpatizantes del Sindicato Único de Trabajadores del Gobierno del Distrito Federal, y de las corrientes encabezadas por los diputados locales Víctor Hugo Lobo y Dione Anguiano.

Lo que sí se escucharon fueron algunos chiflidos de admiración al paso de Tanya Müller, secretaria de Medio Ambiente, quien llegó en una bicicleta plegable con traje sastre y tacones de aguja. También hubo goyas al paso del rector de la UNAM, José Narro Robles.

Este recorrido lo hicieron gobernadores como Manuel Velasco, de Chiapas; Guillermo Padrés, de Sonora, y Graco Ramírez, de Morelos, entre otros, cuya entrada fue más discreta, al igual que la del secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong.

También estuvo el presidente de la mesa directiva del Senado, Miguel Barbosa; Alejandra Barrales, y Dolores Padierna. Al acto también asistieron los secretarios del Gobierno del Distrito Federal y el gabinete ampliado, así como jefes delegacionales.

A pesar del desfile, sólo la presencia del mandatario capitalino, Miguel Ángel Mancera, generó revuelo y porras a su paso, pero tras su entrada al recinto, poco a poco empezaron a disminuir los presentes.

No hubo percances ni música para bailar, y mucho menos los disparos de papel aluminio de color para adornar la ocasión. Al final, el jefe de Gobierno salió por una valla lateral.