A 35 años de su publicación, El vampiro de la colonia Roma: aventuras y desventuras de Adonis García, de Luis Zapata, no es sólo literatura testimonial, sino autorreflexiva, que reivindica el taloneo laboral, donde la práctica de la prostitución está fuera de toda carga peyorativa y el deseo transgresor es el protagonista de la novela.

El libro es el más revolucionario del siglo XX, tanto por su temática como por su estructura de largo monólogo, en el que se desvela el placer de vivir y habitar la ciudad de México.

En lo anterior coincidieron José Dimayuga, Ariel Rosales, Sergio Téllez-Pon, Michael Schuessler y Daniel González Marín, quienes participaron en la conferencia que se realizó la noche del jueves en el Museo del Estanquillo/Colecciones Carlos Monsiváis para celebrar el aniversario de la primera publicación de El vampiro de la colonia Roma.

Emblema editorial

Ariel Rosales, editor del grupo Penguin Random House, antes Grijalbo, comenzó la tertulia al sostener que el libro de Zapata es uno de los más conocidos en las décadas recientes y es un título emblemático en su fondo editorial.

Hizo un recuento de las ediciones de la novela que narra la historia de Adonis García, chichifo dedicado a la prostitución, considerada un clásico de la literatura mexicana. Entre los datos interesantes proporcionados por Rosales destaca la cifra de 25 mil ejemplares tirados en los primeros dos meses del lanzamiento del libro, todo un récord para esa época.

“Podemos decir que fue desde el principio un bestseller literario. Cuando me incorporé a Grijalbo, en 1998, nueve años después de la primera edición, El vampiro de la colonia Roma ya se había convertido en lo que los editores llamamos un longseller, con un promedio anual de ventas que oscilaba entre los 5 y los 7 mil ejemplares.”

En 2004, fecha en que se publicó la primera edición de bolsillo del libro se vendieron 3 mil ejemplares al año. “No conseguí cifras de muchos otros años, pero puedo hacer un cálculo aproximado de que El vampiro de la colonia Roma ha vendido por encima de los 300 mil ejemplares”.

Luis Zapata también es autor de En jirones y La más fuerte pasión Foto Luis Humberto González

Después de la intervención de Rosales, continuó un amigo del autor, el dramaturgo José Dimayuga, quien recordó cómo fue su lectura del libro y el primer encuentro que tuvo con el autor en el Club de Periodistas en un ambiente de música brasileña, en 1980.

Expresó que Zapata posicionó en la literatura mexicana al personaje homosexual que práctica su sexualidad con desparpajo y gozo. Un homosexual sin sentimiento de culpa y de pecado, un personaje que desenmascaraba a la sociedad machista de los años 70.

“Con la novela –agregó Dimayuga– Luis se nos reveló como un escritor que asumía la literatura como acto rebelde, arrojado, que sacudía los contenidos y formas que hasta entonces predominaban.”

En la velada, a la cual acudieron muchos jóvenes con su libro para estampar la firma del autor, Michael Schuessler afirmó que Luis Zapata es y ha sido durante más de 35 años, nuestro escritor más emblemático y más defendido.

El riesgo de ser encasillado

Abundó que el autor de En jirones y La más fuerte pasión corrió el peligro de ser encasillado por las aventuras y desventuras de Adonis García, pero las dimensiones literarias como temáticas de su obra no tenían lugar en un cajón chiquito, donde la crítica guarda la literatura gay.

La conferencia finalizó con la participación de Luis Zapata, quien expresó que no le molestaba ser encasillado en la literatura homoerótica, pues eso no lo limitaba como escritor.

Explicó que cuando publica un libro no le gusta volver a tener contacto con el texto, porque empieza con proyectos nuevos, así que El vampiro de la colonia Roma no repercutió en su trabajo literario.

Recordó que en una ocasión le preguntaron si vivía a la sombra de un sólo libro y ahora respondería que si así fuera “El vampiro de la colonia Roma es una excelente sombra para vivir bajo ella”.