Gigantes petroleras, contra la independencia de Escocia
intactala familia del Reino Unido
Según encuesta, el no tiene apoyo de 47.6% por 42.4% del sí
Jueves 11 de septiembre de 2014, p. 31
Londres, 10 de septiembre.
El primer ministro británico, David Cameron, imploró este miércoles a los escoceses que rechacen la independencia y mantengan intacta
la familia del Reino Unido, en un intento por detener el firme ascenso del apoyo secesionista antes de una votación del 18 de septiembre.
En todo caso, la campaña por el no recibió un fuerte impulso cuando algunos de los más importantes personajes de la industria petrolera, entre ellos el director del poderoso grupo British Petroleum (BP), Bob Dudley, rechazaron una eventual independencia de Escocia.
Las perspectivas del futuro para el Mar del Norte serán favorecidas si se mantiene la capacidad e integridad actuales del Reino Unido
, dijo Dudley, cuya empresa fue la primera compañía en explotar el petróleo del Mar del Norte, en 1965.
El magnate petrolero escocés Ian Wood y el director de Shell, Ben van Beurden, se sumaron al coro por el no.
Más aún, un nuevo sondeo señaló que la opción por el no tiene apoyo de 47.6 por ciento de los escoceses contra 42.4 que votarían por el sí, el mismo nivel de hace dos meses, indicó el diario escocés Daily Record.
Si no se toma en cuenta al 10 por ciento indeciso, la votación sería de 53 por ciento para el no y 47 por el sí, añadió el Daily Record; el universo fue de mil escoceses.
Cameron pidió que los escoceses usen la mente y el corazón. Les recordó la historia compartida y los lazos con Inglaterra, Gales e Irlanda del Norte, evocando la Segunda Guerra Mundial y la lucha contra Adolfo Hitler.
También advirtió que si Escocia se independiza no podrá mantener la libra como moneda, se perderán empleos y la seguridad se debilitará. Reiteró la promesa de dar más facultades administrativas a Escocia si votan por el no. Será de verdad lo mejor de los dos mundos
, aseguró.
Se me destrozaría el corazón si esta familia de naciones se despedaza
, expresó Cameron, en Edimburgo.
Además del primer ministro, el líder de la oposición, Ed Miliband, y su par liberaldemócrata Nick Clegg, visitaron Escocia este miércoles y pidieron a los escoceses que no rompan su unión de 307 años con Inglaterra, en una muestra de unidad sin precedente, y en lo que fue calificado por el primer ministro escocés y líder nacionalista Alex Salmond como señal de pánico.
Cameron ha estado hasta ahora en gran parte ausente del debate después de admitir que con su contexto político e ideario de centroderecha no es la mejor persona para persuadir a los escoceses, que normalmente son más izquierdistas que los ingleses.
Las consecuencias de una separación podrían ser inmensas, dada la posición de Reino Unido como una economía del G-8, uno de los principales miembros de la Organización del Tratado del Atlantico Norte, de la Unión Europea, y de su cargo como miembro permanente del Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas.
Tras el referendo, Reino Unido y Escocia se enfrentarían a 18 meses de conversaciones sobre cómo hacer el reparto de todo, desde el petróleo del Mar del Norte y la libra esterlina hasta la integración a la Unión Europea y la principal base nuclear británica submarina de Faslane.
Las naciones británicas han compartido la misma monarquía desde 1603. La unión formal creó el Reino de Gran Bretaña en 1707, conocido hoy como el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, que incluye a Inglaterra, Irlanda del Norte, Escocia y Gales.