En sesión de trámite, atendida por menos de la mitad de los 500 diputados, el pleno revisó la política económica y social del gobierno de Enrique Peña Nieto, la cual fue cuestionada por diputados de la oposición, que resaltaron el estancamiento del país, aun cuando la administración federal no sólo ha contado con presupuesto suficiente, sino con nuevas herramientas legislativas. Para el Partido Revolucionario Institucional (PRI) la mejoría se dará con las reformas.

Para ambos temas, la Cámara consumió apenas tres horas, debido a que únicamente se permitió una intervención por partido para la glosa del segundo Informe de gobierno.

A las críticas de los otros partidos, el presidente de la Comisión de Presupuesto, Pedro Pablo Treviño (PRI), justificó que ahora el país cuenta con bases más sólidas para construir un mejor futuro, con gran capital humano, que permita competir y ganar ante los mejores del mundo; con más y mejores empleos mejor pagados, en el que todos logren escribir su propia historia de éxito.

Sin embargo, diputados de los partidos de la Revolución Democrática (PRD), del Trabajo (PT) y Movimiento Ciudadano resaltaron que en el primer y segundo años de gobierno, la actual administración contó con recursos suficientes para reorientar la economía y no lo hizo.

En materia económica, el desempeño deja mucho que desear. El año pasado, con el presupuesto más grande en la historia, la economía apenas creció 1.1 por ciento, en contraste con el 3.9 por ciento de 2012, dijo el coordinador del PT, Alberto Anaya.

Acostumbrados al estancamiento

Lo grave, agregó, es que nos hemos acostumbrado al estancamiento, un estancamiento promedio que desde 1982 es de 0.7 por ciento.

Por su parte, la presidenta de la Comisión de Fomento Cooperativo, Alliet Bautista Bravo (PRD), resaltó que el país lleva más de tres décadas atrapado en un modelo económico que indujo al desmantelamiento de las instituciones del Estado, del aparato productivo y que perpetúa la desigualdad.

“Lejos del optimismo que prevalece en el gobierno, sobre todo después de la aprobación de las llamadas ‘reformas estructurales’, nos encontramos con una economía con un crecimiento exasperantemente lento”.

Esto, insistió, a pesar de que México disfrutó en estos dos años de un flujo relativamente constante de divisas por el petróleo y por las remesas, de 76 mil millones de dólares y 33 mil 512 millones de dólares, respectivamente. Este gobierno ha tenido de todo.

Mientras, el panista Ricardo Villarreal sostuvo que los resultados económicos son realmente mediocres, desastrosos.

En el rubro de la política social, la presidenta de la Comisión de Igualdad de Género, Malú Micher (PRD), definió que el programa social de Peña Nieto ha sido un fraude: no es cierto que las madres jefas de hogar mejoraron su calidad de vida, ni que el transporte es de calidad, que las carreteras son lo máximo ni que la pobreza ha disminuido.

Al contrario, agregó, el segundo informe se ufana de que se ha atendido a más pobres. ¿Qué no les da vergüenza decir que se incrementaron los pobres, que las mujeres siguen siendo las pobres entre los pobres, que niñas y niños mueren por enfermedades prevenibles? ¡Es increíble que lo presuma!

Resaltó que el programa Prospera, que sustituye a Oportunidades, supone que un joven avanzará porque le otorgarán una beca, que en realidad es un crédito a 15 años, y lamentó que los préstamos a mujeres otorgados por la Secretaría de Desarrollo Agrario se limitan a pinchurrientos 5 mil pesos, para que en lugar de cocinar tortillas en una colonia tengan un techito.

El presidente de la Comisión de Desarrollo Social, Alejandro Montano (PRI), sostuvo que la política social ya no se reduce a la mera atención asistencial de la pobreza, sino permite a las personas en rezago lograr su autonomía, incrementar su productividad e integrarse a la economía del mercado.

Refirió que en dos años se redujeron en 1.5 millones los mexicanos con carencias de alimentación, debido a la Cruzada Nacional Contra el Hambre.