uy contento estaba el inquilino de Los Pinos porque la reforma financiera está en acción y permitió otorgar más créditos, cuando los investigadores de la Cámara de Diputados desinflaron el optimismo de Enrique Peña Nieto, a quien, en la conmemoración de los 130 de vida de Banamex, acompañaron los jerarcas de la institución financiera (a su diestra el director general Javier de Arrigunaga Gómez del Campo, ex director del Fobaproa que rescató a ese banco; y a su siniestra, como debe ser, el presidente del consejo de administración, Manuel Medina Mora).

Celebró Peña Nieto, quien todo lo ve color de rosa, porque para ejemplificar lo bien que funciona la reforma financiera, a junio de 2014 el saldo de la cartera de crédito total de la banca comercial ascendió a 3.1 billones de pesos, lo que significó un incremento anual de 4.9 por ciento en términos reales. Bien, pero resulta que ese porcentaje es sustancialmente menor al registrado en igual periodo de 2013 (es decir, sin reforma), cuando el aumento fue de 6.1 por ciento, de acuerdo con los investigadores económicos de la Cámara de Diputados.

De cualquier forma, lo anterior no arredró al susodicho, quien no dejó de alabar las bondades de esa reforma transformadora y del elevado nivel de capitalización de la banca comercial que opera en el país, la cual, dijo, ya que está en línea con el promedio de los países de la OCDE. Bien, de nueva cuenta, pero olvidó mencionar que si tal sistema reporta elevados niveles de capitalización y mayores cotas de utilidades es gracias no a la genialidad de los banqueros, sino a que la voluminosa factura del Fobaproa se la cargaron, íntegra, a los mexicanos al viejo estilo de privatizar las ganancias y socializar las pérdidas.

Eso sí, Banamex, que es propiedad de Citigroup, se declaró puesto y listo para clavarle el colmillo al negocio energético que el propio Peña Nieto le armó al capital privado. Así, para tal fin anunció la disponibilidad de un paquete financiero por 130 mil millones de pesos, gracias a que los mexicanos siguen pagando los destrozos de los siempre alegres banqueros.

Mientras celebran la bonanza de los barones del dinero, el Centro de Investigación en Economía y Negocios (CIEN) del Tecnológico de Monterrey, campus estado de México, advierte que el mercado interno se ha visto debilitado desde hace varios meses, lo que genera que las personas sólo gasten lo suficiente para satisfacer sus necesidades básicas como alimentación, vestido y transporte, y pospongan el consumo de bienes duraderos, lo cual podría repercutir en un estancamiento en su calidad de vida, aunado a que las empresas ven reducidos sus ingresos por la ausencia de dicho consumo.

En junio pasado las ventas al por menor apenas crecieron 1.1 por ciento en términos anuales. No obstante, en el acumulado del primer semestre de 2014 el comercio minorista a duras penas se incrementó 0.3 por ciento con respecto a igual lapso de 2013. Adicionalmente, el personal ocupado en dicha actividad registró un avance de 3.9 por ciento en términos acumulados. Sin embargo, las remuneraciones reales obtenidas por las personas que laboran en el comercio al por menor reflejaron una disminución de 1.3 por ciento durante los primeros seis meses del año, ejemplo de que la precarización salarial continua presente en el mercado laboral de nuestro país, perjudicando la situación del mercado interno.

Algunos componentes del comercio al por menor como alimentos, bebidas y tabaco, y la salud han tenido un repunte durante los últimos meses, en contraste con los vehículos y los enseres domésticos cuyo comportamiento ha ido a la baja en periodos recientes. El hecho es que el total de este sector presenta una tendencia alcista que, no obstante, empieza a moderarse, situación que implica tasas de crecimiento positivas en términos generales, aunque la magnitud de las mismas será mesurada.

Por otro lado, se observa un deterioro en el desempeño del comercio al por mayor, ya que en junio presentó una caída de 3 por ciento a tasa anualizada, mientras que en el acumulado de los primeros seis meses del año se mantiene prácticamente en el mismo nivel de 2013. En cuanto a las tendencias, el panorama no luce alentador, ya que sólo el renglón de los textiles muestra un ligero comportamiento al alza, mientras que el resto de los componentes exhibe una tendencia a la baja. De esta forma, el comportamiento descendente del comercio al por mayor sugiere que durante los próximos meses su tasa de crecimiento se mantendrá en el terreno negativo.

Ante una baja actividad del mercado interno las empresas no tienen incentivos para producir y vender una mayor cantidad de bienes y servicios. Durante julio las importaciones de bienes intermedios, que en su mayoría son insumos que utilizan las empresas para su producción, crecieron 3.1 por ciento a tasa anualizada, desempeño por debajo de 8.4 por ciento de 2013. Por su parte, los bienes de capital reportaron un incremento de apenas 0.3 por ciento en el acumulado de enero a julio de 2014 con respecto al mismo periodo del año pasado, lo cual implica que las empresas prácticamente no han realizado mejoras para incrementar su capacidad de producción.

En el renglón de las exportaciones, el CIEN señala que su comportamiento ha sido positivo a lo largo del año. En todo los meses de 2014, salvo enero con una caída de 0.9 por ciento, se han obtenido incrementos anualizados por encima de 4 por ciento, con lo que se registra un crecimiento acumulado de 4.3 por ciento de enero a julio con respecto al mismo periodo del año pasado, donde destaca el desempeño del sector automotriz (10.4 por ciento en términos acumulados, aunque la mayoría de las partes son importadas). Si bien, esta cifra supera los resultados alcanzados en 2013, el desempeño de las exportaciones todavía es inferior al obtenido durante los primeros siete meses de 2012, cuando el avance fue de 7.7 por ciento.

La mejoría en las exportaciones impulsa el desempeño de nuestra economía, pero el desempeño del sector externo por sí solo no es suficiente para alcanzar niveles de crecimiento económico sostenidos. Para ello se requiere de incrementos significativos en el consumo los cuales sólo serán posibles una vez que el mercado interno se fortalezca” y, desde luego, que mejore sustancialmente el ingreso de los mexicanos.

Las rebanadas del pastel

Quienes están felices son los industriales del jabón y del ping-pong: los primeros, porque todos los involucrados se lavan las manos en el ecocidio de Grupo México en Sonora, y los segundos, porque éstos se echan la pelotita unos a otros.

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