Guadalajara, 7 de septiembre.

Las Chivas se rencontraron con la victoria y con su público, que aplaudió como hace mucho no ocurría, después de la goleada 3-0 sobre la escuadra de la Universidad de Guadalajara –choque que no se daba desde hace 20 años–, que incluyó un doblete del delantero Carlos Fierro.

Los Leones Negros siguen en problemas, ya que son penúltimos, con sólo cinco puntos tras siete fechas, y colistas en la tabla del descenso.

Los rojiblancos, que llegaron a 11 unidades tras disputar este duelo pendiente de la jornada tres, jugaron con intensidad en el estadio Omnilife, que tuvo gran entrada, apenas con algunos huecos. Fue su primer triunfo de la campaña como locales, pues de inmediato mostraron grandes deseos de salir del bache y apuntaron su artillería hacia la portería defendida por Humberto Gansito Hernández.

Israel Castro tuvo el primer balón a modo, pero envió un disparo muy elevado. Al minuto 7, después que el arquero despejó y el balón le pegó en la pierna, Aldo de Nigris reaccionó tarde, cuando el esférico ya había salido.

Ángel Reyna estuvo muy activo, buscó con afán servir a sus compañeros o él mismo hizo intentos de anotar, como al minuto 36, cuando su tiro desde media cancha se fue por encima.

El balón fue prácticamente propiedad de los rojiblancos, mientras los Leones Negros se defendían hasta con 10 jugadores, pero el acoso era intenso y esporádicamente los universitarios desahogaban su área para intentar alguna acción ofensiva que no trascendió.

Al minuto 41, Héctor Reynoso, ex zaguero chiva ahora con la U de G, rechazó el balón con la cabeza sobre la línea de meta, hubo un contrarremate, pero enseguida retornó a su posición el Gansito Hernández para desviar a la derecha.

Abrumado por tanto martilleo, el estratega de los Leones Negros, Alfonso Sosa, ni siquiera esperó al medio tiempo y al minuto 40 hizo su primer cambio: sacó a Óscar Vera e ingresó a Édgar González.

Sin embargo, tanto acoso rindió frutos. Al minuto 44 Fernando Arce cobró un tiro de esquina por el vértice izquierdo, frente a primer poste peinó Carlos Salcido para el puntual arribo de Néstor Vidrio, quien con atinado cabezazo venció a Hernández.

Tras la reanudación, el Guadalajara mantuvo el asedio y Sosa decidió otro relevo: Jesús Vásquez entró por Marcelo Alatorre, y aunque González mostraba determinación, era un solitario luchador al frente, ya que el grueso de los jugadores universitarios tuvieron que replegarse para cerrar los caminos a las volcadas Chivas.

Carlos Fierro (derecha) festeja una de sus anotaciones con Omar Bravo, en partido de la fecha tres –que estaba pendiente– ante el equipo de la Universidad de GuadalajaraFoto Jam Media

Al minuto 59 los visitantes protagonizaron su mejor aproximación, cuando Diego Campos cobró un tiro directo, su disparo superó sin problemas la barrera y se estrelló cerca de la horquilla derecha de la portería de José Antonio Rodríguez.

En otro gran acercamiento, los Leones tejieron un avance por la izquierda, el centro llegó hasta Andrés Ríos, quien prendió la pelota con la pierna derecha, iba para gol, pero enfrente lució con gran reacción José Antonio, quien a una mano desvió hacia la derecha y salvó su marco.

Carlos Bustos, timonel del Rebaño, también refrescó sus filas con la entrada de Carlos Fierro y del mediocampista Jorge Chatón Enríquez a los minutos 69 y 70, respectivamente, con tan buen tino que momentos más tarde el delantero se encargó de marcar el segundo tanto que dio tranquilidad al equipo, arrancó los gritos jubilosos de ole e instaló la fiesta en el graderío.

Al minuto 74, Reyna cobró un tiro de esquina por la derecha, Omar Bravo hizo denodado esfuerzo para rematar por el centro sin conseguir hacer contacto con el esférico, pero por la izquierda apareció solitario Carlos Fierro, quien conectó el balón cómodamente con la parte interna del pie derecho, para el 2-0.

Los técnicos consumieron sus relevos. Sosa hizo un último esfuerzo ofensivo y metió a Isaac Romo, mientras Bustos mandó al campo a Jair Pereira; sin embargo, de nuevo fue Fierro quien se reflejó en el tablero y redondeó su inspirada tarde.

Reyna no anotó, pero no cejó en intentos y al minuto 84 recorrió el carril izquierdo, cruzó el esférico al otro extremo, hacia Fernando Arce, quien recentró para Fierro, éste se anticipó a su marcador, estiró la pierna al máximo y aplicó un punterazo para encajar el tercer tanto.

La goleada permitió la reconciliación entre equipo y público. El grito de ¡Chivas, Chivas! abarcó el Omnilife. La gente lanzó el último alarido entusiasta al minuto 87, cuando el portero José Antonio hizo gran lance para capturar el balón y conservar intacto su marco; los aficionados aplaudían de pie a los suyos.

Fierro advirtió que el Guadalajara piensa más en la parte alta de la tabla que en el descenso, pues comentó que el triunfo fue muy importante, porque nos mete a la pelea, nos acerca a los ocho mejores.