Roma, 1º de septiembre.

Aunque sólo caminaba y a veces trotaba, Diego Armando Maradona fue la estrella del partido por la paz, propuesto por el papa Francisco y jugado el lunes en el estadio Olímpico de Roma.

Antes, el pontífice bendijo a más de 50 estrellas del mundo del futbol de todas las nacionalidades, quienes participaron en el encuentro como un llamado para terminar con las guerras y la violencia.

Les agradezco que se hayan adherido a mi deseo de ver a campeones de diversos países y de diversas religiones como testimonios de amistad y fraternidad, expresó Francisco en una solemne ceremonia realizada en el aula Pablo VI del Vaticano.

Más fotografiado que el Papa, Maradona ofreció a su compatriota una camiseta albiceleste.

Me había alejado de la Iglesia porque creía que dejaba sin comer a los chicos; hoy me encuentro con Francisco y quedamos de vernos otra vez, para ver qué podemos hacer para que los chicos no sufran hambre en el mundo, dijo.

Este partido es por la paz, le dije que cuente conmigo, que voy a ser un soldado de Francisquito. La mano de Dios y la mano del Papa se pueden juntar, este Papa es mucho más que Maradona porque la humanidad lo necesita, los chicos lo necesitan, ponderó.

Maradona fue el único que disputó los 90 minutos de un encuentro en el que abundaron los cambios para que pudieran participar los 50 jugadores que recibieron el llamado del pontífice.

Cada vez que tocaba el balón, que era a menudo porque todos lo buscaban, el argentino recibía el aplauso de todo el estadio.

Asistieron unos 20 jugadores latinoamericanos actuales y retirados, como Maxi Rodríguez, Diego Lugano, Ricky Álvarez, Arturo Vidal, Iván Zamorano, Ronaldinho y Carlos Valderrama.

Había gran expectativa por una hipotética participación de Lionel Messi, pero se lesionó el fin de semana.

Se enfrentaron el equipo denominado Pupi, por la fundación del ex jugador argentino Javier Zanetti, y la red mundial Scholas, que participó también en la organización de este encuentro deportivo. El primero ganó 6-3.

El equipo Scholas fue dirigido por el técnico del Arsenal, Arsene Wenger, mientras el cuadro Pupi estuvo al mando del entrenador argentino Gerardo Martino.

Unas 20 mil personas asistieron a esta fiesta del balompié, que recaudó fondos para el proyecto Una alternativa de vida, dirigido a la construcción de una red de intercambio de iniciativas educacionales que favorezcan la cultura de la paz.

En los prolegómenos, la cantante argentina Tini Stoessel interpretó Imagine, de John Lennon, rodeada de unas 50 niñas.

Luego, representantes de todas las religiones plantaron un olivo, símbolo de la paz.