Venecia, 29 de agosto.

Como en la película Birdman, del mexicano Alejandro Gonzalez Iñárritu, en concurso en el festival de cine de Venecia, que cuenta la crisis de identidad de un actor célebre tras su papel de superhéroe, las estrellas estadunidenses Michael Shannon (Zod, enemigo de Supermán) y Andrew Garfield (el nuevo Hombre Araña) descendieron del pedestal de la celebridad para narrar el drama de los que pierden sus casas en Estados Unidos por culpa de los préstamos de los bancos. Las dos estrellas, que este viernes desfilaron por el Lido, son los protagonistas del filme 99 Homes (99 casas), dirigido por Ramin Bahrani, que denuncia el injusto y corrupto sistema que beneficia a los bancos y deja sin techo a miles de estadunidenses que no pueden pagar las elevadas tasas de interés impuestas por los bancos.

Garfield, productor y protagonista del filme, quien ya firmó un contrato millonario para la taquillera El sorprendente Hombre Araña 3, muestra la otra cara de su país, la más amarga, al interpretar al desesperado joven obrero que decide aliarse con el cínico especulador inmobiliario que lo desalojó para lograr el sueño de recuperar su casa. Pese al final feliz y ejemplar, tan manido en los filmes de Estados Unidos, la película constituye una dura crítica a una sociedad que privilegia a los ricos y aumenta sin piedad la brecha con los pobres, obligando a miles de personas de clase media a convertirse en homeless, sin techo, hacinados en moteles o remolques.

Quedé impresionado por la cantidad de gente que quería contar su caso, que sentía el desalojo como algo injusto, reconoció ante la prensa Garfield, quien llegó acompañado por la novia, la actriz Emma Stone, pareja de divos asediada por los paparazzi venecianos.

Dos sillas vacías

El jurado de Venecia decidió mantener dos sillas simbólicamente vacías para recordar a los directores de cine perseguidos, entre ellos el ucranio Oleg Sentsov y la iraní Mahnaz Mohamadi, detenida en junio y condenada a cinco años de cárcel por su lucha por el derecho de las mujeres en su país.

La situación de la mujer en Irán, y el embargo que sufre ese país por decisión de la Organización de Naciones Unidas y la Unión Europea, fueron denunciados en Venecia por la directora iraní Rakhshan Banietemad, la señora del cine, como la llaman, quien presentó Tales (Relatos), filme que compite por el León de Oro.

Se ha penalizado al pueblo con el embargo, lamentó durante una rueda de prensa. Conocida por sus documentales, la veterana directora, quien se exilió por ocho años, ofrece un retrato de la vida diaria de su país y sobre todo de la condición de la mujer, al entrelazar historias de gente anónima que se cruza en un taxi, muchas de ellas jóvenes, estudiantes, empleadas, prostitutas que luchan por una vida mejor y resisten las adversidades.

Mafia

Con la cinta Anime nere (Almas negras), sobre una familia mafiosa, Italia debutó hoy en la sección de concurso de la 71 Mostra.

Aplaudido durante su presentación a la prensa, el filme fue dirigido por Francesco Munzi y se inspiró libremente en el libro homónimo de Gioacchino Criaco.

“La película fue rodada en Africo (Calabria), el pueblo que la literatura judicial y periodística ha estigmatizado como uno de los lugares más mafiosos de Italia, uno de los centros neurálgicos de la Ndrangheta (la mafia calabresa)”, declaró Munzi en conferencia de prensa.

Pese a ello, reconoció que no tuvo problemas durante la filmación. Llegué a Calabria lleno de prejuicios y miedo, y descubrí una realidad muy compleja y variada. Mezclé a mis actores con los habitantes del pueblo, que también actuaron, explicó.

El filme es la historia de tres hermanos que crecieron odiando a una poderosa familia mafiosa local por haber asesinado a su padre, un pastor que se vio involucrado en un secuestro.

Me interesaba llevar a la pantalla este pueblo, porque se conoce poco; el Aspromonte (región calabresa) es un lugar desconocido, pero al mismo tiempo vinculado estrechamente con la historia criminal italiana, dijo Munzi.