Rusia llama mentiroso
al presidente Poroshenko, que denunció una invasión militar
Moscú admite una concentración de efectivos en la frontera, para proteger el territorio propio
Líder rebelde de Doniestk dice que entre sus filas hay militares del país vecino a título personal
Viernes 29 de agosto de 2014, p. 33
Moscú, 28 de agosto.
Apenas dos días después del encuentro que mantuvieron en Minsk los presidentes Vladimir Putin, de Rusia, y Petro Poroshenko, de Ucrania, en lugar de pasos para establecer un necesario alto el fuego se observa un drástico deterioro de la situación en el este del vecino país, con combates cada vez más intensos entre el ejército ucranio y las milicias separatistas.
Mientras Kiev y Moscú intercambian fuertes acusaciones y desmentidos categóricos, aumenta el número de muertos y heridos en las regiones de Doniestk y Lugansk, y ahora también en la zona adyacente a la frontera rusa en dirección al Mar de Azov, donde el ejército se retiró de la localidad de Novoazovsk para concentrar fuerzas en la defensa del estratégico puerto de Mariupol.
El gobierno ucranio atribuye la apertura de este nuevo frente de guerra en el sur al apoyo de Rusia a los separatistas y se queja de que sus tropas son bombardeadas por la artillería desde el territorio ruso.
El presidente Poroshenko llegó a hablar hoy de invasión militar
de Rusia y suspendió el viaje que tenía previsto a Turquía. Prefirió quedarse para encabezar una reunión del consejo de seguridad nacional, el cual –no obstante– consideró no oportuno
declarar el estado de excepción en Doniestk.
Aprovechó la coyuntura, en cambio, para pedir más respaldo de Occidente, en particular que le otorguen estatus especial como país no miembro de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN)
, lo cual a su juicio podría detener la agresión
rusa.
Altos funcionarios de Rusia –desde el ministerio de Defensa, la cancillería, el Parlamento– no tardaron en contestar a Poroshenko y lo tildaron de mentiroso
. Acorde con la posición invariable del Kremlin, aseguraron al unísono que no hay ningún soldado ruso combatiendo en Ucrania, y mucho menos una invasión
.
Reconocen que la concentración de efectivos y armamento en la frontera, no menos de 20 mil soldados en estado de máxima alerta, se debe únicamente a la necesidad de proteger el territorio propio
.
En cambio, el líder de los separatistas en Doniestk, Aleksandr Zajarchenko, confirmó hoy al canal ruso de televisión oficial Rossiya-24 que, entre las milicias, hay en estos momentos entre 3 mil y 4 mil ciudadanos rusos con experiencia militar
, que –aclaró– acudieron a combatir a título personal.
Entre nosotros hay soldados en activo rusos que, en lugar de broncearse en la playa, prefieren pasar sus vacaciones aquí, con sus hermanos que luchan por la libertad
, precisó Zajarchenko.
La OTAN, por su parte, difundió unas difusas fotografías satelitales de una supuesta columna de vehículos militares, los cuales asevera son del ejército ruso, y los expertos del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos, con sede en Londres, dicen haber identificado, en un video grabado en Lugansk hace dos días, un tanque T-72BM que formaba parte de un convoy separatista y que, según ellos, demuestra que Rusia suministra armamento moderno a los rebeldes.
En este contexto, Ela Poliakova y Serguei Krivenko, miembros del consejo presidencial de derechos humanos, instancia consultiva creada por el Kremlin, informaron hoy que 100 soldados rusos murieron y otros 300 resultaron heridos cerca de la localidad de Snezhnoye, en la región de Doniestk, el pasado 13 de agosto
.
Con base en los testimonios de sobrevivientes del ataque y de familiares de los militares muertos, sostienen que el convoy de camiones, con municiones y alimentos para los separatistas, que escoltaban fue atacado con misiles Grad, lo que provocó una auténtica masacre
.
El consejo investiga las denuncias de los comités de madres de soldados en el sentido de que sus hijos son enviados a combatir en Ucrania y tratan de averiguar las circunstancias en que perecieron los nueve soldados de la 18 brigada motorizada de Rostov, así como los paracaidistas de la División de Pskov, cuyos entierros con honores militares trascendieron a la prensa.
Las autoridades militares sólo tomaron medidas para que no entren más periodistas a esos cementerios, según escribieron dos reporteros rusos, atacados por un grupo de jóvenes.