Venecia, 28 de agosto.

Con la proyección de un documental y una exhibición fotográfica la 71 Muestra Internacional de Cine de Venecia, inaugurada la víspera, ha decidido festejar los 80 años de la actriz italiana Sofía Loren.

Donne nel mito: Sophia racconta la Loren (Mujeres en el mito: Sofía habla de la Loren) es el título del filme escrito y dirigido por el crítico cinematográfico Marco Spagnoli, como homenaje a la máxima diva del cine italiano.

El documental es un viaje en el que se descubre la leyenda de la actriz, nacida en Roma el 20 de septiembre de 1934, como Sofia Villani Scicolone. Incluida en la sección Venecia Clásicos, la cinta fue construida con material de archivo acumulado en más de 50 años de carrera y comentado por la propia Loren.

Contempla además entrevistas y testimonios con los que la diva reconstruye los momentos más importantes de su fulgurante carrera y de su vida personal, como su matrimonio con el productor Carlo Ponti (fallecido en 2007) y el nacimiento de sus hijos Carlo Jr. y Edoardo.

El documental habla también de su trabajo con el cineasta Vittorio de Sica, quien la dirigió en películas como La Ciociara (Dos mujeres) –con la que ganó el Óscar en 1962–, Matrimonio a la italiana, El oro de Nápoles o Ayer, hoy y mañana.

Asimismo, recuerda su asociación artística con Marcello Mastroianni o su trabajo al lado de leyendas internacionales, como Charles Chaplin, Marlon Brando, Cary Grant, Frank Sinatra, John Wayne o Anthony Quinn.

De forma paralela, la Mostra alberga en el Palacio del Cinema una exhibición fotográfica dedicada a la actriz. Titulada Ieri, Oggi Sophia (Ayer, hoy Sofía), la muestra incluye 27 imágenes que recorren la carrera de la Loren. Hay fotografías de sus inicios, pero también de sus interpretaciones en Matrimonio a la italiana, La Ciociara o Una jornada particular.

Masacre inolvidable

El horror del genocidio de los años 60 en Indonesia llegó al festival internacional de cine de Venecia de la mano de Joshua Oppenheimer, quien pone cara a cara a asesinos y supervivientes, víctimas y verdugos.

Sin mostrar una sola gota de sangre, ni gestos o actos violentos, el inédito documental del cineasta estadunidense radicado en Dinamarca, que lleva por título The Look of Silence (La mirada del silencio estremece por su terrible actualidad.

En 98 minutos, los simples testimonios de los familiares de las víctimas y de sus verdugos, interrogados por un oculista de 44 años cuyo hermano fue asesinado por escuadrones de la muerte, dejan atónito al espectador y suscitan interrogantes sobre la imposibilidad de perdón y de reconciliación en sociedades que han vivido devastadoras guerras civiles.

Oppenheimer, autor del premiado The act of Killing (El acto de matar), en 2012, con testimonios de los autores de las masacres cometidas por antiguos integrantes de los escuadrones de la muerte de Indonesia, que gracias a una edad más que provecta recrearon con orgullo los crímenes y aberraciones que cometieron tras la llegada al poder del general Suharto, en 1965, habla ahora con las víctimas que sufrieron por décadas el terror del silencio.

Mi filme es una poesía sobre el silencio generado por el terror, sobre la necesidad de romper ese silencio, pero también sobre el trauma que suscita romperlo, sostiene Oppenheimer.

Tras dejar hablar en su primer filme a los autores de la masacre, considerados aún héroes en su país, Oppenheimer completa su investigación al reunir a los verdugos y a los sobrevivientes de una familia que a través de su anterior documental descubrió a los ejecutores de la matanza de su hermano: vecinos, casi parientes, que vivían a pocos metros de distancia.

Rezo todas las noches para que los asesinos de mi hijo sufran tanto como los nuestros, dice la madre, que no perdona tanto ensañamiento contra su hijo, masacrado primero a golpes y ajusticiado con la amputación del pene.

Los interrogantes, la rabia de la madre anciana impotente ante el horror, la falta de remordimiento de los asesinos que se justifican como personas que obedecían órdenes, la voluntad de no querer saber la verdad, la mentira y el odio representados mediante conversaciones filmadas, no pretenden ni piden castigo para un régimen que arrasó con un millón de opositores comunistas, uno de los mayores genocidios del siglo XX.

El documental, pese a su delicada elegancia al estar ambientado en un dulce clima tropical, es en realidad una contundente acta de acusación contra este mundo por su aterradora vigencia, si se piensa en las guerras y masacres que la prensa describe a diario en el planeta.

Cine francés, invitado de honor

La producción fílmica gala está entre los invitados de honor de la 71 edición de la Muestra de Venecia. Presenta este jueves la primera de las cuatro cintas en concurso con La rançon de la gloire (El precio de la gloria), de Xavier Beauvois, tragicomedia que rinde homenaje a Charles Chaplin.

Basada en hechos reales sobre el increíble robo del ataúd con el cuerpo de Chaplin, tres meses después de su muerte, en diciembre de 1977, la película del cineasta francés, ambientada en los años 70, suscita risas pero también lágrimas.

El robo del cadáver del cómico del cementerio cercano al lago suizo de Lemán, ejecutado por dos inmigrantes pobres, con el propósito de extorsionar a la familia del actor, resulta un pretexto para hablar de amistad, de principios, de pobreza e inmigración.

El belga Eddy, quien acaba de salir de la cárcel, y el argelino Osman, empleado del servicio de mantenimiento de la ciudad con la esposa hospitalizada, autores del original robo, resultan a su manera una parodia de los varios personajes de Chaplin.

“Al volver a ver Luces de la ciudad recordé el robo de su cadáver, y me dije: ‘Esa es una historia para un filme’”, comentó Beauvois durante el encuentro con la prensa.

Para el cineasta, premiado en Cannes en 2010 por De dioses y hombres, sobre el asesinato de un grupo de monjes trapenses a manos de terroristas fundamentalistas en Argelia, su nuevo filme es más liviano y resulta un homenaje tierno a Charlot, uno de los personajes más populares del cine, emblema del humorismo, que a su manera denunciaba la pobreza, la guerra y las injusticias sociales.

Con la imponente música de Michel Legrand, quien mezcla composiciones del mismo Chaplin, como la conocida Entre candilejas, cuenta con la participación de uno de los numerosos hijos del actor, Eugene Chaplin.

Recuerdo esa época como poco simpática, contó Eugene durante la presentación del filme a la prensa, tras recodar que la madre perdonó a los autores del robo y no quiso constituirse como parte civil en el proceso. La conmovieron, rememoró.

Al principio no me interesó el proyecto de filme, no tenía nada de divertido robar un cadáver. Pero recordé que cuando encontramos el ataúd enterrado cerca de un bosque, lamentamos su descubrimiento. Descansaba en un lugar magnífico, aseguró.

En total, 20 filmes, entre ellos cuatro producciones francesas e igual número de películas estadunidenses, disputarán este año el codiciado León de Oro, que será otorgado el 6 de septiembre por un jurado presidido por el compositor francés Alexandre Desplat.