El autor de la novela Neonao, Simón Levy-Dabbah, donó el monto completo de las regalías por la venta de cada ejemplar de su obra al Fondo para Niños de México ChildFund México AC, creado en 1973, institución dedicada a trabajar con niños de zonas rurales y suburbanas, sin distinción de origen étnico, creencia religiosa o contexto político.

Levy-Dabbah es el primer escritor que hace un donativo para los niños atendidos por esa instancia. El compromiso lo anunció durante la presentación del libro, efectuada en 2012, acto en el que estuvo presente Sofía Aspe, entonces presidenta del Patronato de ChildFund México.

La entrega del donativo de más de 39 mil pesos se realizó ayer en las instalaciones del fondo, donde se dio a conocer que una nueva edición de Neonao saldrá próximamente a la venta.

En la entrega estuvieron presentes, además del escritor y Sofía Aspe, Sonia Bozzi, directora Nacional del Fondo para Niños de México; Corina Santangelo, presidenta del Patronato, y Daniel Gallo, presidente del Consejo de ChildFund Mexico, entre otros.

ChildFund México es una asociación civil que trabaja por el desarrollo y la protección a la niñez. Pertenece a ChildFund International, la cual brinda apoyo a más de 17.8 millones de niños y sus familias en 30 países.

Durante más de 75 años han contribuido a que los niños, niñas y adolescentes que viven en condiciones de carencia, exclusión y vulnerabilidad sobrevivan, prosperen y alcancen su potencial para convertirse en líderes que generen cambios positivos en sus comunidades.

ChildFund Alliance cuenta con una red global de 12 organizaciones de desarrollo que trabajan en 58 países, creando ambientes que fomentan el sano crecimiento y desarrollo de la niñez.

En México, la organización tiene 41 años, con presencia en siete estados en los que se concentra 47 por ciento de la pobreza.

Un tema soslayado

La novela de Simón Levy-Dabbah aborda el tema de la Nao de China, el cual, en su opinión ha sido dejado de lado en las novelas históricas a pesar de que la ruta comercial, cultural y de intercambio tuvo una significación trascendental para la Nueva España.

El escritor ya había publicado un poemario, además de libros especializados sobre China, país del que abrevó durante años, dedicándose a la investigación del tema en México, Europa y Asia con la finalidad de recuperar la historia del soldado español Miguel de Loarca, quien participó en la primera expedición marítima que partió de Acapulco y la cual con los años se convertiría en la ruta comercial más afortunada del nuevo mundo.

La conquista de China

Una trama guiada por cinco juegos de cartas escritas a su mujer y a un hijo que no conoce, narran la historia de un soldado español bajo las órdenes del rey Felipe II que se traslada de Toledo a la Nueva España en 1561 para formar parte de la conquista de las Filipinas y de la ansiada ruta directa por el Pacífico entre Asia y América.

Con la llegada del galeón San Pedro a Filipinas convergen las vidas de Miguel de Loarca y Bayani, quien toma el nombre de Bartolomé el filipino; entonces, se descubre la verdadera intención de los españoles: la conquista de China.

Ambos, formarán un dueto que descubrirá cada una de las islas del archipiélago enfrentándose a batallas con indios, moros y otros nativos en la búsqueda de algún chino que les permita encontrar la ruta al impenetrable y místico imperio celeste.

La plata mexicana y la persecución a Limahong, un pirata chino muy temido, harán que españoles toquen por vez primera el territorio del imperio celeste para conformar ese primer puente comercial, político y cultural con el establecimiento de la ruta de la Nao de China.

Un final inesperado de Loarca inspira en 2004 a un estudiante mexicano recién llegado de Pekín a la ciudad de México, a emprender la reconquista del entendimiento e importancia de la Nao en la entrada del siglo XXI, para muchos la centuria asiática.

Para conocer a detalle las actividades de la ChildFund México AC, puede ingresar a la página electrónica.