Martes 26 de agosto de 2014, p. 24
Río de Janeiro. Cientos de presos que protagonizaron el domingo una rebelión que dejó al menos cuatro muertos en una cárcel del sur de Brasil se rindieron ayer luego de negociar con las autoridades. El motín fue protagonizado por unos 800 de los mil 40 reos, quienes exigieron mejores condiciones en infraestructura, alimentación e higiene, así como el fin de presuntos abusos de la guardia carcelaria. Los presos se comprometieron a liberar a los dos guardias que mantuvieron como rehenes, tras el compromiso del gobierno regional de transferir a otras cárceles a unos 800 presos, de los cuales 200 fueron trasladados ayer. De los cuatro reos que murieron durante la rebelión, dos fueron decapitados.