Apareció días después del fallecimiento del escritor en febrero de 1984
Lo hizo con Pat Andrea, quien ilustró La puñalada/ El tango de la vuelta, a partir de un cuento que el escritor argentino obsequió al artista holandés en París, dice el editor Samuel Alonso
Martes 26 de agosto de 2014, p. 5
Madrid, 25 de agosto.
Fue el primer libro póstumo de Julio Cortázar, editado sólo unos días después de su muerte, en febrero de 1984, y tras numerosas vicisitudes devino un volumen maldito, enigmático, con vida propia.
La puñalada/El tango de la vuelta lo publicará por primera vez en español la editorial Libros del Zorro Rojo. El volumen incluye un cuento del escritor argentino, así como las ilustraciones creadas por el holandés Pat Andrea en su primera visita a Buenos Aires, durante los años más duros de la dictadura militar.
El libro se redita coincidiendo con el centenario de Cortázar, quien nació el 26 de agosto de 1914 en un pequeño pueblo cercano a Bruselas, Bélgica.
Pat Andrea visitó Argentina a finales de los años 70, en pleno auge de la dictadura de las juntas militares (1976-1983).
En aquella visita asistió a una explosión cruda y brutal de violencia y la vivió mientras escuchaba sin parar el viejo tango-milonga La puñalada. Ese fue el origen de dos obras artísticas: el libro sobre la violencia del ilustrador holandés y el libro conjunto de él mismo con Cortázar, que editaría después, a unos días de la muerte del escritor argentino.
Rodeado por un halo de misterio e intriga, casi 40 años después, se develan algunos de los enigmas de una historia singular.
Una historia muy compleja
El editor del libro, Samuel Alonso Omeñaca, explica a La Jornada que esa historia es muy compleja. “Como editores de libros raros y curiosos nos gusta profundizar. Empezamos a leer sobre La puñalada y descubrimos que había sido publicado unos días después de haber muerto Cortázar, por una pequeña galería holandesa, primero y para una exposición de Pat Andrea respecto de unos dibujos que hizo sobre sus impresiones por la violencia de la dictadura argentina”.
Pat Andrea recuerda que mientras escuchaba el tango milonga La puñalada estaba inmerso en el ambiente terrible y brutal en la Argentina de aquellos años. Decidió hacer una serie de dibujos con la violencia como leitmotiv, una violencia hecha de puñaladas entre hombres y mujeres, por la espalda, a traición y de frente en 35 dibujos a lápiz, carbón y acuarela. “Es un libro muy duro y cuando vuelve a Holanda, su galerista le pide un texto para su catálogo. Y él decidió ir a París a buscar a Cortázar, sin siquiera conocerlo, pero pensó que a lo mejor le interesaba hacer un texto sobre sus dibujos. Entonces lo visita y le plantea el asunto; Cortázar le respondió que no le iba a hacer un texto nuevo, sino que le regaló un cuento, que no era inédito porque ya había salido en la antología Queremos tanto a Glenda, y se llama Tango de vuelta, pero cuando se lo obsequia le cambia el título y lo llama El tango de la vuelta”, explica el editor.
Semanas después de esa visita intempestiva en París, Andrea y su galerista organizan la exposición con sus dibujos y editan el catálogo, donde aparece el cuento de Cortázar y del que se hacen 250 ejemplares, lo cual coincidió con el fallecimiento del escritor.
La galerista Elizabeth Franck vio la exposición en Holanda y quiso llevarla a España; inició el proyecto y mandó editar un nuevo catálogo en español. Pero se enfermó, murió y quedó inconcluso, sin que se supiera del asunto al menos de forma pública. Más de 25 años después, de ese catálogo en español del que nadie –o pocos– sabía de su existencia, aparecieron 240 ejemplares en una bodega de Miami. Esos libros son los que coloreó Pat Andrea y se expusieron por primera vez en España, en 2007.
El libro es muy complejo porque tiene dos títulos y dos autores. Pat Andrea hizo un dibujo en el que retrataba a Cortázar y se retrataba él en aquella época, con lo que ha querido hacer una reinterpretación de ese dibujo. Además, tiene un epílogo de Enrique Vila-Matas, ya que nos parecía que este libro, al ser una redición, un rescate, le queríamos dar un punto añadido. Pensamos en Vila-Matas, quien es un cortazariano y le gusta rastrear
, explica Samuel Alonso.
En el libro, añade el editor, la violencia y la represión de la dictadura argentina están presentes de manera muy sutil. Es decir, en las ilustraciones no hay militares de por medio. Hay hombres con barba, prostitutas, muchos perfiles. Pero él cuenta que la violencia que había en las calles de Buenos Aires estaba plasmada de forma colateral en aquellas puñaladas. No es algo evidente contra la dictadura, sino desde una visión más universal de la violencia
.
Vila-Matas recupera en su epílogo la crónica del periodista y escritor Ricardo Bada relatando cómo se quedó Cortázar cuando vio los dibujos de Pat Andrea. Era como para quedarse de piedra, aquellos dibujos de Pat se complementaban en un tango pasional perfecto con la historia que había narrado Julio, la ilustraba misteriosamente a la perfección
.
El libro La puñalada/El tango de la vuelta aparecerá a finales de septiembre en España y llegará a México antes de fin de año.