La primera menstruación es un proceso natural en el desarrollo de las mujeres, al que cada cultura le da su propio significado. Y para hacer más complejo el asunto, cada familia tiene un concepto sobre la importancia de ese acontecimiento, lo que provoca entusiasmo en algunas niñas y confusión en otras.

La menarca o menarquia –términos médicos para el primer periodo menstrual– aparece entre los 12 y 13 años en promedio, aunque la zona geográfica donde viven las pequeñas influye en la edad en que se presente. La anorexia, la obesidad o el himen imperforado, pueden adelantar o retrasar el primer sangrado, de acuerdo con especialistas.

Aura, de 10 años, imagina cuando le llegue la regla, mira hacia arriba y luego responde: Va a ser un poco de todo, pero con alegría. Será mi primera vez y se que me sentiré feliz de que estoy creciendo y seré una mujer. Sus padres han hablado con ella y lo ven como algo normal. De forma contraria, para Emilia fue diferente cuando comenzó a menstruar, pues la reacción de su madre fue que la pobre iniciaba su vida de sufrimientos.

Mientras algunos padres casi hacen una fiesta, otras familias lo ocultan, señaló la sicóloga Verónica Alcalá Herrera, quien considera necesario eliminar las actitudes de tristeza, angustia, vergüenza, de que es algo que nadie debe saber, pues habla de que lo toman como un acto no natural y lo primero que se tiene que considerar es lo contrario.

Los padres nos damos cuenta que las niñas van teniendo un desarrollo físico, sicológico y social. Entonces, cuando aparece la menarca no debe ser una sorpresa, resaltó.

Previo al primer sangrado emerge el botón mamario –lo que dará origen a los senos– y nace vello púbico.

Según el ginecobstetra Juan Martín Jiménez Huerta, las niñas que viven en un clima tropical menstruan antes que aquellas que se ubican en la zona centro del país. Los más recientes datos sobre la menarca en México están contenidos en la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de 2006. Dicho documento apunta que en el Distrito Federal la edad promedio es de 11 años con nueve meses, al igual que para Campeche o Quinta Roo. Para Guanajuato o Hidalgo la edad se eleva a 12 años con dos meses.

El retraso en el inicio de la menstruación puede ser ocasionado por trastornos como la anorexia, ya que al haber desnutrición el cuerpo responde evitando esa pérdida sanguínea, enfatizó el especialista de la Secretaría de Salud.

Agregó que si tienen cólico menstrual cíclico y no hay menstruación, alerta, tal vez tengan el himen imperforado. En ese caso se realiza una incisión en cruz para permitir la salida de la sangre. Subrayó que el himen es una membrana que por naturaleza debe tener un orificio.

Asimismo, la obesidad, indicó Alcalá Herrera, es uno de los factores en nuestro país por los que se adelanta la menarca. Cuando aparece a los ocho, nueve o 10 años es preocupante porque se encuentran en una edad en la cual aún no tienen las habilidades para enfrentar esa situación de vida.

No existe una metodología para enseñarles qué hacer, advirtió, pero los profesores deben tomarlo como algo normal y hacer que los niños también lo hagan. A los padres les aconsejó: Así como los educamos a lavarse los dientes y no hay problema en hablar de ello, lo mismo debe suceder para la menarquia, pues deben tener aseo y ciertos cuidados que no implican que dejen de hacer su vida cotidiana.

Jiménez Huerta sugirió a las madres que lleven a sus hijas cuando acudan con el ginecólogo a su revisión anual, para que ellas se empiecen a familiarizar y a tener confianza. Así las niñas pueden preguntar al médico que atiende a su mamá sobre ciertas dudas.

Aura, por su parte, también tiene una recomendación para las niñas que, como ella, aún están a la espera de ese día Que no tengan miedo y no se sientan mal por su periodo, porque es algo normal.