El artista inaugura retrospectiva inscrita en los festejos por su cumpleaños 60
Sábado 23 de agosto de 2014, p. 7
“Si hubiera un (Francisco) Toledo en cada estado, México sería otro. Eso lo decimos muchos. La promoción cultural, todo lo que ha hecho, supera lo de cualquier gobierno o funcionario, aparte de que ha canalizado su dinero de una manera increíblemente generosa. Bueno, en la ciudad de México no hay una biblioteca de arte como la del Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca, gracias al maestro Toledo.
Además de los museos, el Centro de las Artes de San Agustín Etla, los talleres, a todos nos invita a trabajar y colaborar
, expresa el pintor y escultor Gabriel Macotela (Guadalajara, 1954), quien entre las actividades por sus 60 años, cumplidos el pasado 7 de agosto, inaugura la retrospectiva De la vida... en la Galería Machado Arte Espacio.
Con motivo de la muestra de alrededor de 45 pinturas y esculturas que abarcan desde 1972 hasta el presente, Macotela se remitió a sus orígenes, así como a las personas que lo ayudaron en su carrera como la familia Pecanins, Gilberto Aceves Navarro, Vicente Rojo y Francisco Toledo, quien lo recibió en París, donde vivía en ese momento, cuando el expositor hizo su primer viaje a Europa y le facilitó suficiente dinero para vivir un año
.
Gracias a la familia Pecanins empecé a ver pintura y viajar. Por ellas me fui a Barcelona, con Yani Pecanins. Allá nos protegían Josep Guinovart y Rafols Casamada, grandes señores y pintores. Vicente Rojo, quien vivía en Barcelona, con su esposa Alba, nos vigilaba siempre. Juan García Ponce también fue una guía espiritual para mí
, explica.
Un mundo cada vez más desigual
El cuadro más temprano de la exposición, A la..., no puedo (1972), se remonta a los días estudiantiles de Macotela, aunque el entrevistado aclara que no estudió per se la carrera de artes visuales: Estuve primero dos años en la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado La Esmeralda, pero en esa época estaba anquilosada, con maestros muy académicos, cerrados. Entonces, Aceves Navarro me sacó de allí, me llevó a la Escuela Nacional de Artes Plásticas (ENAP) y me metió a su taller. Gracias a él y su manera contraria a la academia y las cosas tradicionales, empecé a pintar y encontrar mi lenguaje
.
En la ENAP se relacionó con el grupo Suma, con su temática urbana y pintas callejeras. Para el artista la real escuela fue Suma y aprender de los otros
.
Éramos felices, pero también muy críticos, muy de izquierda, con un compromiso político y social. Seguimos siendo muy amigos, aunque ya murieron Ricardo Rocha, nuestro fundador; Oliverio Hinojosa y Mario Rangel. Tal vez no somos tan unidos como grupo, como lo fue la generación de la Ruptura, con José Luis Cuevas, Manuel Felguérez y Vicente Rojo, que tuvo presencia relevante no sólo en México, sino en América Latina.
Macotela siente que “los artistas que estuvimos en algún grupo aprendimos, por fortuna, a compartir el trabajo y trabajar en conjunto. Sigo haciendo algunas cosas en grupo, con músicos, poetas (un dibujo suyo adorna la portada del poemario La espera: los ojos abiertos, de Adolfo Echeverría), y seguimos pintando bardas callejeras después de tantos años”.
Macotela ve muy diferente a los jóvenes creadores
, a la vez que el arte contemporáneo viene a ser todo un fenómeno, que tampoco sabemos en qué va a terminar esto, aunque ha acabado un poco con el oficio de pintar y dibujar del artista; no sé si por los nuevos medios tecnológicos. A veces creo que hay un gran vacío poético y de compromiso. Es un momento feo, difícil, raro, no sé cuánto tiempo dure esto. Y este mundo que cada día veo más desigual. Bueno, quiero colaborar cuando doy talleres con jóvenes y transmitir esto
.
La muestra De la vida... Gabriel Macotela se inaugura hoy a las 12:30 horas en la Galería Machado Arte Espacio (calle Oklahoma 127, colonia Nápoles).