Las Águilas firmaron uno de sus mejores inicios de torneo con cinco triunfos y 15 puntos
El Cepillo alzó la mano tras la partida de Jiménez
No temo ser despedido, aseguró el técnico Comizzo
Fuimos justos ganadores, queremos seguir haciendo historia, dijo Mohamed
Domingo 17 de agosto de 2014, p. a12
El goleador Raúl Jiménez emigró, pero Oribe Peralta levantó la mano en el momento preciso, cuando parecía que el partido iba a terminar en empate. El Cepillo llegó cerca del poste izquierdo y al minuto 93 encajó el tercer tanto para dar la victoria agónica de 3-2 al América sobre Morelia y desatar el festejo más explosivo por lo inesperado.
El club de Coapa firmó así uno de sus mejores inicios de torneo con cinco victorias, misma marca conseguida en el torneo Apertura 2002.
Monarcas intentó salir de su depresión. Se motivó para enfrentar al líder en la cancha del estadio Azteca, pero su brío no fue suficiente. El primer tiempo sólo le alcanzó para mostrar un buen trabajo defensivo, mientras en el segundo mejoró y fue destacado el desempeño del portero Carlos Rodríguez, a pesar de que tuvo responsabilidad en el segundo tanto recibido.
Las Águilas siguen volando en lo más alto del torneo con 15 puntos, mientras el conjunto michoacano se hunde con dos unidades, luego de cinco fechas.
Tras insistentes y habilidosas arremetidas de Rubens Sambueza, al minuto 35 Peralta comprobó que la resistencia del Morelia había cedido; recibió un centro desde la derecha de Luis Gabriel Rey y definió con una espectacular chilena, pero fue gol anulado por posición adelantada.
América reforzó su ataque y al 38 movió el tablero luego de cobrar una falta frente a la media luna. Los amarillos ejecutaron una jugada de pizarrón en la que destacaron los defensas: Paul Aguilar puso un gran centro para que Pablo Aguilar definiera con atinado cabezazo, aprovechando el despiste en la marcación de Joel Huiqui.
Los americanistas fueron por más en la recta final del primer periodo. Rey mandó un disparo hacia le meta, pero Rodríguez tuvo una excelente reacción para desviar y ceder el tiro de esquina.
Al 48 el Cepillo llegó al área visitante, se acomodó y soltó un violento disparo, pero el portero rival estaba atento y se lanzó a la derecha para contener. Parecía que el América aplastaría a Monarcas. No obstante, llegó el empate.
El capitán Carlos Morales corrió por el costado izquierdo y envío un centro medido para Duvier Riascos, quien saltó frente al segundo poste y colocó bien su remate, que al 53 se coló hasta el fondo de las redes (1-1).
Poco le duró el gusto a la visita porque enseguida Riascos se derrumbó dolido del tobillo izquierdo y salió dando entrada a Óscar Fernández.
Al 56 de nuevo las Águilas festejaron con la anotación (2-1) de Sambueza. El capitán americanista remató con potencia y a Rodríguez se le doblaron las manos.
Luego de esa pifia, el portero del Morelia, primo de Moisés Muñoz, lavó un poco su falla con brillantes atajadas, una ante gran disparo de Rey, y otra cuando Peralta se lanzó de palomita y quiso perforar su meta. Más tarde desvió un remate de Sambueza.
Un puñado de aficionados de Monarcas se hizo escuchar cuando festejó el tanto del empate a 2. El técnico David Comizzo ingresó a David Depetris, quien de inmediato se lanzó al área cuando los visitantes se disponían a cobrar una falta.
Depetris se reveló como un depredador eficaz. Como si trajera imán pronto tuvo el balón a su merced y aplicó buen toque para encajarlo en la meta al 75 de acción y establecer la igualada, pero antes del pitazo final Peralta remató de media volea para firmar el triunfo águila.
Comizzo llegó agresivo a la rueda de prensa. Reclamó a un camarógrafo porque creyó ver una risa burlona. Un poco más sereno dijo que no teme ser cesado: “No tengo pegatina en los pantalones para estar sentado en la banca… no me preocupa perder el trabajo, gracias a Dios no soy un técnico con miedo a perder su chamba. Si lo fuera no hubiera puesto a un chico de 17 años frente a un rival invicto”, dijo en alusión a Érick Aguirre.
Antonio Mohamed aseguró: Fuimos justos ganadores, es un premio al equipo que siempre quiso ganar
, pero reconoció que cometieron el error de creer que con el 2-1 el partido estaba definido y no fue así, “el triunfo fue sufrido porque ganamos hasta el final, además su portero sacó cinco claras de gol…
Siento una felicidad enorme, estamos por buen camino, pero falta mucho y queremos seguir haciendo historia.