Nueva York y Los Ángeles, 13 de agosto.

La hija de Robin Williams abandonó sus cuentas en las redes sociales, indignada por mensajes que calificó de crueles e innecesarios tras la muerte de su padre.

Zelda Williams, de 25 años, escribió que estaba borrando las aplicaciones de Twitter, Tumblr e Instagram de sus dispositivos móviles y que se retiraba por un buen tiempo, quizás por siempre.

Lo anterior se produjo luego de que por lo menos dos usuarios molestaron a la actriz en duelo enviándole imágenes perturbadoras y ataques verbales.

En uno de sus últimos tuits, el martes por la noche, Williams pidió a sus seguidores que reportaran a los supuestos intimidadores a los gerentes de Twitter. Estoy temblando, escribió.

Admiradores salieron en su defensa, y las cuentas de quienes le habrían enviado los mensajes fueron suspendidas el miércoles.

En Instagram, Williams aludió a usuarios que fueron odiosos con ella tras el suicidio de su padre.

En este momento difícil, por favor traten de ser respetuosos en las cuentas mía, de mi familia y de mis amistades. Escarbar en nuestras cuentas por fotos de papá, o juzgarme a mí por el número que tengo de ellas, es cruel e innecesario.

Robin, en portada de Time

Por otro lado, la revista estadunidense Time dedica su próxima publicación al fallecido actor Robin Williams, cuya imagen de portada ya fue revelada por el propio medio en su página oficial.

La edición especial conmemorativa estará disponible en Estados Unidos en puestos de periódicos y tablets a partir de este viertes 15 de agosto, informó la revista.

El número incluye tributos de Dick Cavett, Alan Alda, Joan Rivers, Patch Adams, Jim Norton, Gilbert Gottfried, Margaret Cho, Lewis Black, Nathan Lane y Bill Maher, entre otros, así como remembranzas de los críticos de Time, Richard Corliss y James Poniewozik.

La portada muestra una fotografía de Williams tomada en 2007 por Nigel Parry. Esta es la segunda vez que el actor ha aparecido en primera plana de la publicación. La primera fue como el personaje de Mork, en marzo de 1979.

Corliss escribió en el obituario de Williams. Él podía hacer a cualquiera, pero no sólo a uno: no sólo a Robin Williams. Todas esas voces a la cabeza de este cómico Hamlet le deben haber dicho que era tiempo de estar en paz. Descanse en silencio.