Sociedad y Justicia
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Alerta la Fundación Heinrich Böll sobre desequilibrios ambientales por producción

Tiene elevadas cantidades de antibióticos y antivirales la carne que se vende en México
 
Periódico La Jornada
Miércoles 13 de agosto de 2014, p. 43

Los 60 kilogramos de carne que en promedio consume un mexicano al año contienen elevadas dosis de antibióticos y antivirales. Además, se utilizaron 60 mil litros de agua para su producción.

El Atlas de la carne, dado a conocer ayer por la Fundación Heinrich Böll, afirma que en las pasadas dos décadas creció la producción industrializada de todo tipo de carnes. Los animales son engordados rápidamente, en condiciones de hacinamiento inimaginables, sometidos a dietas basadas mayormente en soya y forrajes industrialmente procesados, y tratados con toda una batería de medicamentos contra enfermedades, muchas veces provocadas por el mismo hacinamiento.

En México creció 3.2 kilogramos al año el consumo de carne a partir de 2012, sobre todo de embutidos, con alto contenido de almidón, lo cual provoca obesidad. De igual forma, de carnes rojas y pollo, indicó Dolores Rojas, coordinadora de programas de la fundación.

Silvia Ribeiro, del Grupo ETC, explicó durante la presentación del documento que en el planeta 70 por ciento de tierras agrícolas se destinan a la producción de alimento para consumo animal, como soya y maíz transgénico. Estados Unidos y China son los principales productores. Aseveró que en esa actividad hay una concentración de la producción por empresas como Cargill.

Detalló que en Estados Unidos los habitantes consumen 3.5 millones de kilogramos al año. Para esa producción industrial, a los animales se les dio casi tres veces esa cifra: 14 millones de kilos de alimento, lo cual se elevó desde 2001, cuando eran 10 millones.

También se reporta un uso intensivo de agua en esa producción, ya que para un kilogramo de carne se utilizan 15 mil litros y para un queso se requieren 5 mil. Además, subrayó, en el alimento que consumen los animales, como el maíz, sólo para un kilogramo se requieren entre 300 y 700 litros, lo cual depende de si la siembra es de temporal o de riego.

La fundación indicó que cada kilo de carne que se produce en México está asociado con la deforestación, el cambio de uso de suelo, la emisión de gases de efecto invernadero y un abundante uso de agua. La conversión de áreas naturales en pastizales es más evidente en el norte árido de México: Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas.

En México, de 60 kilogramos de carne que consume una persona al año 27 son de pollo, 17 de res y 16 de puerco. El país que más consume es Estados Unidos, con 119.4 kilos, mientras Bangladesh y Burundi no llegan a cuatro, debido a su bajo nivel adquisitivo.

El documento destaca que una justificación para la industrialización de la carne es la promesa de precios bajos, pero en América Latina poca gente accede a un asado, pero crece el consumo de carnes procesadas.