Brutal crisis si no se toman medidas, alerta el secretario de Agricultura
Domingo 10 de agosto de 2014, p. 24
Culiacán, Sin., 9 de agosto.
Si el presidente Enrique Peña Nieto no incluye en su políti- ca para el campo la defensa e impulso al minifundio, la producción de alimentos en lugar de importarlos, y el fin de los monopolios en insumos y comercialización, habrá un superfiasco, un quiebre sin reversa en la agricultura nacional
, afirmó el secretario estatal de Agricultura, Ganadería y Pesca de Sinaloa, Juan Guerra Ochoa.
Refirió que el campo en la entidad –considerada el granero de México y con gran potencial en la producción y exportación de hortalizas– y en general en el país, padece sistemática y brutal concentración del mercado y un despojo de sus bienes, por empresas nacionales y trasnacionales.
Ojalá que esta concentración, este despojo, se tradujera en beneficios al consumidor, pero no. Los industriales pagan 2.80 pesos a los campesinos por la cosecha que se requiere para elaborar un kilo de tortilla y éste lo venden a 14 ó 15 pesos, dependiendo de la región; es decir, del total de la riqueza de la agricultura, sólo regresa a los productores entre 20 y 25 por ciento
, refirió.
El valor de la agricultura nacional, subrayó, es de alrededor de un billón de pesos, lo que significa más del doble del valor del sector telecomunicaciones, pero en el agro las empresas tienen al campo más monopolizado.
El funcionario –militante del PRD, por el que incluso fue diputado federal– insistió en que una dependencia gubernamental regule las prácticas monopólicas en el campo.
Guerra Ochoa indicó que el kilo de frijol en Estados Unidos cuesta un dólar, pero quienes controlan el mercado de insumos y comercialización de cosechas en México se pusieron de acuerdo para comprar la cosecha de frijol en algunas regiones del país en cinco pesos a los productores, lo que refleja este despojo de las ganancias en perjuicio de los campesinos
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México, segundo importador mundial
Manifestó que México, a pesar de su vocación para producir alimentos, es el segundo mayor importador en el mundo, luego de Japón, como resultado de las políticas neoliberales que iniciaron en el país desde el sexenio de Carlos Salinas de Gortari.
Advirtió que si la reforma al campo, que va a anunciar próximamente Peña Nieto, no toca los monopolios ni apoya al minifundio, régimen en el que están la mayoría de los productores agrícolas, ni aumenta la producción de alimentos para depender menos de las importaciones, el agro va a padecer una fractura sin reversa, y este mismo año se va a profundizar la crisis que ya se padece
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