Miércoles 6 de agosto de 2014, p. 24
París, 5 de agosto.
Migrantes que han ingresado a Europa en números sin precedente están ocasionando un verano tenso en Francia, con enfrentamientos en campamentos sobrepoblados entre personas que buscan asilo mientras la policía ha disparado gas lacrimógeno para sofocar el caos.
Sudaneses y eritreos se enfrentaron en el calor del puerto de Calais al aumentar las frustraciones en momentos en que africanos intentan conseguir espacio en su búsqueda de entrar a Gran Bretaña, el destino soñado a aproximadamente 30 kilómetros de distancia.
Policía británica está en la ciudad portuaria del norte de Francia tratando de asegurar que no crucen el Canal de la Mancha. Sus homólogos franceses dispararon gas lacrimógeno el martes para disolver la más reciente de tres batallas que dejaron un saldo de 51 heridos, uno de gravedad, dijo la prefectura de Calais.
Migrantes que huyen de la pobreza y la guerra en África y Medio Oriente llegaron a Calais con la esperanza de cruzar el canal en un transbordador o camiones con carga. Su cifra en la ciudad ubicada a la orilla del también llamado Canal Inglés ha aumentado a hasta mil 300, abrumando al puerto, a las agencias de asistencia y a la policía.
Más de 40 policías antimotines adicionales fueron enviados a Calais para comenzar su tarea la noche del martes, con lo cual la cifra de policías aumentó a 600, dijeron autoridades de la ciudad.
Todos los días llegan migrantes y todos los días algunos logran entrar a Gran Bretaña
, dijo el sub alcalde Philippe Mignonet, quien está encargado de la seguridad. El funcionario se negó a decir cuántos migrantes burlan los escáneres, detectores de dióxido de carbono y otra tecnología utilizada en camiones y plantada en el Túnel del Canal.
Calais ha sido tomada como rehén
, dijo Mignonet, culpando en parte al acuerdo de cooperación franco-británico que, dijo, pone en Calais el mayor peso de la carga. Al igual que otros funcionarios, el sub alcalde se queja de que la presencia de la policía británica extiende en efecto la frontera de Gran Bretaña a Francia.
La mayor parte de los migrantes presentes en Calais iniciaron la porción europea de su traicionero viaje mediterráneo en Italia, llegando en embarcaciones a la isla de Lampedusa. El año pasado el total de migrantes llegados a Italia fue de 42 mil, cifra que ya fue superada en la primavera. Estando aún lejos el fin del año, más de 60 mil migrantes han llegado a costas italianas.
Abrumada, Italia está cada vez más pasando por alto reglamentos europeos que exigen tomar huellas dactilares a los migrantes, permitiéndoles que sigan adelante. Quienes buscan llegar a Gran Bretaña frecuentemente desembocan en Calais.