Lunes 4 de agosto de 2014, p. 28
Toledo. Largas filas se concentraron ayer en los centros de distribución de agua y el líquido embotellado se agotó rápidamente en Toledo, la segunda ciudad más grande de Ohio, debido a que el suministro de agua potable se suspendió a unas 400 mil personas porque está contaminada por toxinas, posiblemente por algas, en el lago Erie. El gobernador de Ohio, John Kasich, declaró estado de emergencia y aseguró que las agencias estatales trabajan para llevar agua a hospitales y negocios afectados. Por segundo día consecutivo las autoridades pidieron a la población ahorrar el líquido.