En los recientes viajes de La Bestia, el tren que va de Arriaga, Chiapas, a Ixtepec, Oaxaca, el flujo de indocumentados parece disminuir ante las amenazas del secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, de no permitir que migrantes viajen montados sobre el ferrocarril.

En respuesta, Alejandro Solalinde Guerra, sacerdote y activista en favor de los indocumentados, aseguró que esto causará mayores riesgos para los centroamericanos, que recientemente tomaron nuevas rutas para llegar a la frontera entre México y Estados Unidos.

Advirtió que el flujo migratorio continúa y continuará, pese al operativo realizado el martes en Huixtla, Chiapas, en el cual participaron elementos del Instituto Nacional de Migración (INM), durante el cual se detuvo a cientos de migrantes para impedirles subir al tren que se dirigía a Ixtepec.

El clérigo consideró que para el gobierno federal, lo que ocurre a los indocumentados es invisible y no preocupante. El gobierno no ve nada; al migrante no le pasa nada, no hay inseguridad, no hay muertes ni asaltos, lamentó.

Osorio Chong atenta contra los derechos humanos de los migrantes; está cavando sus tumbas desde antes de salir de su país. Él será el único responsable de lo que suceda a los centroamericanos, dijo.

En tanto, Alberto Donis Rodríguez, responsable del albergue Hermanos en el Camino, ubicado en Ciudad Ixtepec, señaló que se mantiene el número de migrantes que el refugio recibe, pues los centroamericanos que dejaron de viajar sobre La Bestia ahora lo hacen por carretera.

“Las personas buscan otras alternativas ante los operativos y las detenciones, además de que el viaje por tren se ha vuelto peligroso, hay muchos asaltos y afluencia de bandas delictivas; los migrantes seguirán viajando porque es su modo de vida, ellos quieren llegar a Estados Unidos para mejorar su situación”, indicó.

Según el Grupo Beta del INM, en las dos corridas recientes de La Bestia sólo viajaron 400 y 200 centroamericanos, respectivamente, cuando antes llegaban a ir sobre el tren más de mil.

Mientras, el director del albergue Casa del Migrante Hogar de la Misericordia, ubicado en Arriaga, Chiapas,, Carlos Bartolo Solís, afirmó que según testimonios de centroamericanos, hombres armados, vestidos de civil y con el rostro cubierto, presuntamente policías federales, viajan en el tren para perseguir y detener a los indocumentados.

En entrevista que concedió en San Cristóbal de Las Casas, dijo que cuatro guatemaltecos y un hondureño que viajaban en el ferrocarril y lograron escapar le contaron que el pasado martes, entre las 13 y las 14 horas, a 10 kilómetros de Huixtla, en la costa de Chiapas, hombres vestidos de civil, encapuchados y con armas, viajaban en los vagones y se oyó un disparo, se detuvo la máquina y en ese momento aparecieron agentes del INM.

Agregó que de acuerdo con el relato, en ese momento se aventaron del tren muchos de los aproximadamente 50 migrantes que iban en el vagón, entre ellos mujeres y niños, y corrieron, pero algunos fueron detenidos.

Bartolo Solís señaló que estos testimonios coinciden con los que contaron otros migrantes al sacerdote Heyman Vázquez Medina, párroco de Huixtla, quienes refieren que los hombres armados y los agentes del INM estaban también en un rancho que produce palma, como tratando de cazarlos, en las afueras de Huixtla.