El país tiene potencial productivo de 26 millones de hectáreas, pero sólo se cultivan 22 millones, de las cuales 70 por ciento son tierras de temporal; además, la productividad no ha superado el crecimiento de 1.5 por ciento en promedio anual en las últimas décadas, asienta la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) en el documento Acuerdo marco para la reforma del campo, que entregó a agrupaciones campesinas.

Sostiene que las políticas públicas se aplicarán de manera diferencial y de acuerdo con la diversidad de regiones y productores, y atenderá sustantivamente a los minifundios, pequeñas y medianas unidades de producción familiar; se pasará de una visión sectorial a una territorial y transitará de un modelo asistencialista a uno que privilegie los incentivos a la productividad.

El gobierno, apunta, mantendrá el régimen de propiedad de la tierra y buscará la equidad; promoverá las libertades democráticas y fortalecerá los derechos de los campesinos y pueblos indígenas.

También se compromete a conformar un sistema de financiamiento incluyente e integral, así como ampliar su cobertura a tasas competitivas; habrá mejores esquemas de mitigación de riesgo y garantías asequibles a los distintos estratos de productores, principalmente para los pequeños y medianos.

Sostiene que impulsará el aumento de la producción de alimentos para satisfacer la demanda del mercado nacional y fortalecerá la plataforma de exportación. Ese es el objetivo de la reforma para el campo, indicó, pues con ello se fortalecerá la equidad social y económica, así como la competitividad del sector con sustentabilidad.

En torno al uso del agua para riego, puntualiza que habrá reordenamiento, que incluirá un programa de recarga de acuíferos; reconstrucción de canales y drenes; tecnificación de 480 mil hectáreas de riego y apertura de 520 mil nuevas con dicho sistema; se realizarán obras de captación de agua, establecerán nuevas zonas de veda y aplicará estrictamente la normatividad para evitar la sobrexplotación de los acuíferos y su contaminación.

Reitera que mantendrá el apoyo a la ganadería, incluyendo a los pequeños rumiantes como cabras, borregos, entre otras especies, ya que son fuente de ingreso y alimentación para las familias rurales, e impulsará el agroclúster en la apicultura.

Para el sector pesquero propone política de fomento a la pesca ribereña y la acuacultura; la modernización de flotas y transferencia de tecnología, así como la capitalización del sector. Se mantendrá el subsidio al diésel y la gasolina, pero racionalizará su uso; se buscarán ahorros y prácticas sustentables; además, ordenará el uso de licencias de pesca y fortalecerá la normatividad en materia de pesca y vedas.

Conapesca e Inapesca trabajarán de manera coordinada con los pescadores y estarán pendientes del mejoramiento genético de las especies para que sean más productivas y resistentes a enfermedades virales.

Sagarpa y sus órganos desconcentrados, destaca, tendrán nueva estructura programática para evitar duplicidades e ineficiencias; habrá nuevas reglas de operación que coadyuven en la rendición de cuentas y masificará el uso de tecnologías de información. Propone que Diconsa pase a la estructura de la institución.