Ninguna de las reservas a la Ley de Hidrocarburos en el tema del trato discriminatorio hacia Petróleos Mexicanos (Pemex), de contratos y asignaciones, presentadas por PRD, PT y Movimiento Ciudadano en la Cámara de Diputados, prosperó. La aplanadora PRI, PAN, y sus aliados PVEM y Panal, se impuso.

En vano, durante más de cinco horas subió a la tribuna una treintena de legisladores de izquierda, con más de 200 reservas sobre el articulado de la minuta de Ley de Hidrocarburos y reformas a las leyes de Inversión Extranjera, Minera y Asociaciones Público Privadas, que la Cámara de Diputados había aprobado previamente.

Las reservas estaban dirigidas a evitar los controles fiscales a Pemex por parte de la Secretaría de Hacienda, establecidos en la legislación aprobada en el primero de los seis paquetes de las leyes secundarias.

Igual suerte corrieron aquellas propuestas que pretendían dar mejores armas a Pemex para elegir los mejores sitios de explotación de hidrocarburos en la llamada ronda cero ante las empresas petroleras trasnacionales, o impedir que el país tenga que compartir ‘‘información estratégica’’ con Estados Unidos respecto de la localización de nuevos yacimientos, así como desligar a la Comisión Nacional de Hidrocarburos del Ejecutivo.

En la tribuna permanecía la manta que horas antes habían colocado los legisladores de PRD, PT y Movimiento Ciudadano, en protesta por la aprobación en lo general de la Ley de Hidrocarburos. Juan Bueno Torio, del PAN, intervino antes de la presentación de Movimiento Ciudadano respecto del trato discriminatorio a Pemex, para pedir a la presidencia de la mesa directiva el retiro de la manta, con el argumento de que se estaba haciendo ‘‘publicidad’’ a las empresas petroleras transnacionales, en referencia a los logotipos que contenía la manta, de Chevron, Shell y Exxon.

Carlos Reyes Gámiz, vocero de la fracción del PRD, también desde su curul respondió. Es sorprendente, dijo, el prurito del ex funcionario de la paraestatal, cuando son –dijo– los legisladores del PAN y el PRI quienes pretenden entregar la riqueza del país precisamente a esas empresas petroleras. Incluso, deslizó la posibilidad de que el diputado panista podría tener negocios en el nuevo esquema legislativo. Bueno Torio fue director general de Pemex Refinación entre 2003 y 2006, en el gobierno de Vicente Fox.

La diputada perredista Karen Quiroga, quien subía a tribuna, entró al quite. Antes de presentar sus propuestas, que al igual que las otras fueron desechadas, coincidió con Bueno Torio. Dijo, irónica, que tampoco le agradaba el contenido de la manta. Pero porque, ejemplificó, le hacía falta el caso de Oceanografía.

Ricardo Mejía, vicecoordinador de Movimiento Ciudadano, calificó de ‘‘insultante hipocresía’’ que ahora representantes del PRI vengan a decir que el petróleo sigue siendo propiedad de los mexicanos, ‘‘cuando lo están entregando abiertamente al capital extranjero, sin recato y vergüenza alguna’’.