Martes 29 de julio de 2014, p. 25
Trípoli. Un enorme depósito de combustible se incendiaba ayer en la capital de Libia, en medio de enfrentamientos entre milicias rivales que han sumido al país en un caos a tres años de la rebelión que derrocó a Muammar Kadafi. Los combates por el control del aeropuerto de Trípoli obligaron a los bomberos a retirarse del lugar sin extinguir el fuego, generado tras un ataque con misiles que causó la pérdida de millones de litros de combustible. Los gobiernos extranjeros han observado impotentes cómo la anarquía se apodera del productor de petróleo del norte de África. Las potencias occidentales han instado a sus ciudadanos a dejar el país, tras dos semanas de enfrentamientos entre facciones rivales de ex rebeldes que causaron la muerte de casi 160 personas en Trípoli y la ciudad oriental de Bengasi. En los tres años posteriores a la caída de Kadafi, el frágil gobierno de Libia y el incipiente ejército han sido incapaces de controlar a los ex combatientes que se oponían al líder libio, quienes se niegan a entregar las armas y siguen controlando las calles.