Irapuato, Gto., 27 de julio.

¡Queremos trabajar y nos mandan a robar!, gritaron unos 80 comerciantes ambulantes a los policías que les impidieron instalarse en un terreno donde desde hacía más de un año vendían artículos usados y comida.

La mañana de ayer los vendedores encontraron una cinta roja con la leyenda: Clausurado. Dirección general de ordenamiento territorial, que cercaba el terreno donde cada domingo se instalaban de las 7 a las 15 horas.

Un comerciante pagó 500 pesos de multa después de que fue arrestado por la policía, y una patrulla se abalanzó contra un grupo de personas que intentó instalar sus puestos, denunciaron los afectados, quienes organizaron una manifestación en el predio.

Nos tratan como si fuéramos delincuentes. Sólo venimos a trabajar, no a robar; habiliten el tianguis de Las Ánimas. Queremos trabajar, decían algunas cartulinas de los vendedores.

El ayuntamiento panista de Irapuato no quiere otorgar permiso para que más de 100 familias trabajen en el tianguis Las Ánimas, ubicado a un costado de la vía del mismo nombre, frente al fraccionamiento San Carlos, comentó el representante de los afectados, Manuel Vaca Delgado.

Los comerciantes tienen permiso del dueño del predio, Martín Cendejas, para instalarse los domingos. No entendemos por qué el gobierno no nos deja trabajar. Nos pide carta poder de uso del terreno y la rechazan, recriminó.

El 14 de julio la directora de ordenamiento territorial, Liliana Pérez Mares, envió a Vaca Delgado un oficio donde explica que para otorgar el permiso al tianguis es necesario que presente una copia simple de la escritura de la propiedad y le dio cinco días para entregarla.

El oficio me lo dieron en la tarde y en los cinco días hábiles ellos estaban de vacaciones. Ahora llegan con la clausura. No se vale. Nosotros tenemos todos los documentos que nos piden, refirió el comerciante.

Adelantó que si el gobierno de Irapuato no les permite ganarse la vida honradamente iniciarán un movimiento social. No hay fuentes de trabajo y no dejan que nos ganemos la vida, pues ¡vamos a luchar!, concluyó.